El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu anunció durante el Festival de Cine de Morelia la creación de un complejo cinematográfico que bajo el nombre de Zaï será un espacio que buscará enriquecer el diálogo entre la comunidad del séptimo arte y ofrecer una nueva experiencia al público que desea ver cine de arte, alternativo e independiente.

 

El complejo que incluirá tres salas de cine, videoteca, cafetería, restaurante, librería y sala de exposiciones estará ubicado en la colonia Roma de la Ciudad de México, los trabajos de construcción arrancarán en marzo próximo y durarán alrededor de 18 meses, por lo que se tiene contemplado concluyan a finales de 2016.

 

Al darse cuenta de que en la Ciudad de México existían pocos espacios de exhibición para el cine alternativo, Iñárritu empezó a dar forma a este proyecto e invitó a participar a Alejandro Ramírez, director general de Cinépolis, Daniela Michel, directora del Festival Internacional de Cine de Morelia y Jorge Mondragón, socio de Colours , una agencia de mercadotecnia).

 

También se fueron sumando cineastas como Alfonso Cuáron, Guillermo del Toro, Carlos Reygadas, Fernando Eimbke, Amat Escalante, Diego Luna y Gael García Bernal, quienes conforman el Consejo Asesor de Zaï.

 

“Es un proyecto personal que nace de una gran frustración, cuando me di cuenta que en una ciudad con una población llena de energía y con grandes necesidades culturales no había un espacio propio para quienes gozan del cine alternativo, poco accesible como el de los festivales que le dan espacio a películas que rara vez encuentra distribución”, explicó el director de Amores perros.

 

Destacó que el objetivo de este nuevo espacio es crear una comunidad cinematográfica y ofrecer al público algo más que sólo ir a ver una película, por lo que además de exhibir lo mejor del cine mundial en las mejores condiciones, habrá actividades como talleres y conferencias.

 

Por lo anterior, señaló que tienen contemplado la visita de por lo menos dos cineastas de talla internacional para que convivan con el público y exista una retroalimentación entre la comunidad fílmica nacional e internacional, “quienes formamos parte de este proyecto estamos dispuestos a participar y hacer de este espacio un lugar con mucha actividad”.

 

Reiteró que los involucrados creen en el poder humanizador del cine, “ese que deja huella, por lo que la curaduría de Zaï no estará subordinada por las reglas de mercado, nuestra intención no es lucrar, sólo queremos que sea un espacio autosustentable, un ejercicio artístico en el que la ciudadanía ejerza su derecho a mirar el cine del mundo”.