Conocido como el Rey de las Alfombras Rojas, Oscar de la Renta, murió anoche a los 82 años de edad después de varias semanas en las que su salud se había señalado como “precaria” por el diario The New York Times. De la Renta padeció cáncer en 2006, y el mes pasado se le vio frágil durante un evento de moda. El anuncio de su fallecimiento lo hizo su esposa, Annette.
Nacido el 22 de julio de 1932 en Santo Domingo, República Dominicana, Óscar Arístides de la Renta Fiallo fue alumno de Cristóbal Balenciaga y Antonio del Castillo, y se volvió famoso internacionalmente durante la década de los años 60, cuando era uno de los encargados de vestir a la entonces Primera Dama estadounidense, Jacqueline Kennedy. También vistió a Nancy Reagan, Hillary Clinton y Laura Bush, entre otras esposas de mandatarios estadounidenses.
Esta última recientemente participó en una retrospectiva de los diseños del dominicano, a los que alabó por su belleza.
“Su nombre evoca elegancia y belleza inmortales. Y sus diseños nos dan a todas la oportunidad de sentir que somos especiales”.
La carrera de De la Renta comenzó en la década de los años 50, durante la época del Franquismo en España, de donde pasó a París y Nueva York. Posteriormente trabajó para Elizabeth Arden durante dos años, de 1963 a 1965, cuando decidió lanzar su propia marca, que se ha vuelto famosa por ser utilizada por celebridades, políticos y personalidades de la alta sociedad mundial, como Cameron Diaz, Nicole Kidman, Oprah Winfrey, Kristen Stewart y Penélope Cruz, entre las más recientes.
Su popularidad fue tan grande que incluso la exitosa serie Sex and the City le dedicó todo un capítulo, e incluso llegó a expresar que detestaba la palabra ‘bonita’.
“Odio bonita. Es una palabra muy vacía, le da un mal nombre a la belleza”, exclamó.
Gran amor por México
En marzo del año pasado, De la Renta estuvo presente en la Gala Moda Nextel Mexico City, en la que expresó que le gustaría morir en nuestro país, al que admiraba y respetaba.
“Como dice la canción (México lindo y querido): si me muero que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”, comentó en esa ocasión, donde además visitó una de las cantinas más emblemáticas de Garibaldo, El Tenampa.
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