El próximo 27 de octubre se llevará a cabo Growing a Green Bond Market in Mexico: Issuers and Investor Summit 2014, evento organizado por la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), la Asociación de Bancos de México (ABM), HSBC y Credit Agricole. El foro no podría ser más pertinente. Si bien los primeros green bonds o bonos verdes se emitieron durante la década pasada, su popularidad ha explotado en los últimos años. Se estima que en 2014 el mercado será de 40 mil millones de dólares, lo que representa un crecimiento de cuatro veces con respecto al año pasado.
Un bono verde es un instrumento de deuda en los mercados financieros. Lo que diferencia a un bono verde es el compromiso por parte de la emisora de canalizar los fondos recaudados sólo a proyectos que tengan un carácter verde, es decir, que produzcan un efecto positivo sobre el cambio climático, tanto en proyectos de energía renovable como de eficiencia energética.
Existen tres tipos de bonos verdes: los primeros son los bonos de deuda corporativa, como la emisión reciente de Unilever por 250 millones de libras esterlinas para financiar la implementación de varias inversiones internas relacionados con manufactura eficiente y productos limpios; los segundos son los ABS (Asset-Backed Securities), como la emisión por parte de Toyota de un bono de mil 750 millones de dólares respaldado por préstamos al consumidor para financiar la compra de coches eléctricos e híbridos. Y los bonos de proyecto, como el emitido por MidAmerican Solar por mil millones de dólares para financiar una granja solar en California.
Con frecuencia se confunde a los bonos verdes con los cada vez más desacreditados bonos de carbono. La diferencia es clara. Un bono verde es un instrumento financiero de deuda, mientras que el segundo es un certificado que registra una reducción de la huella de carbono. El mal nombrado bono de carbono es realmente un crédito que certifica una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El mercado de bonos verdes ha crecido de manera orgánica. No hay una autoridad reguladora oficial que acredite a un bono como verde. En un principio, la participación se limitó a los bancos de desarrollo y entidades gubernamentales, entidades que poseen una cierta credibilidad y respeto en cuanto la utilización de fondos. En enero de este año se publicaron los Green Bond Principles (GBP), un conjunto de principios delineados por el Banco Mundial para gestionar bonos verdes. Parte de este proceso consiste en obtener una segunda opinión sobre la validez de los criterios de inclusión y el sistema de reporte a los inversionistas que la empresa emisora ha desarrollado. Sobra mencionar que los inversionistas le dan una importancia crucial a la credibilidad de la empresa emisora.
¿Qué torna atractivo a un bono verde? De acuerdo con Daniel Farchy, especialista en sustentabilidad del IFC, la ventaja no está en las tasas, sino en la reputación y el branding. Un bono verde brinda una oportunidad para mandar una señal fuerte de que la emisora es una empresa que piensa estratégicamente y en el largo plazo. Eso resulta en una situación donde se puede incluir a inversionistas fuera de los usual suspects y atraer a jugadores más selectos. En una emisión reciente de EDF (la empresa energética de Francia), más de 60% del bono fue adquirido por Inversionistas Socialmente Responsables (SRI, por sus siglas en ingles). En México no hay hasta ahora un bono verde etiquetado como tal (si bien Acciona, la empresa energética española, financió en 2012 un portafolio de energía eólica en Oaxaca con un proyecto bond, el cual cumple con todos los requisitos de un bono verde). El foro Growing a Green Bond Market in Mexico se llevará a cabo en el Hotel Saint Regis de la Ciudad de México. Los interesados pueden solicitar más informes en investors@ifc.org
Con frecuencia se confunde a los bonos verdes con los bonos de carbono. La diferencia es clara. Un bono verde es un instrumento financiero de deuda, mientras que el segundo es un certificado que registra una reducción de la huella de carbono
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