NUEVA YORK. Divertido, alegre, romántico. Óscar de la Renta abordó la moda y la vida sobre esas bases, pero hubo más, mucho más, dicen quienes adoraron y admiraron al diseñador dominicano.
El “más”, escribió Anna Wintour de Vogue este martes en el cibersitio de la revista, es que era “democrático”.
Con eso quiso decir que De la Renta poseía la sensibilidad y comodidad de cenar con los ricos y famosos y jugar felizmente dominó con sus empleados.
El “más”, para otros, fue su deseo de hacer sentir a las mujeres hermosas y femeninas, y no sólo servir a un grupito de primeras damas y socialités.
Laura Bush prefirió a De la Renta. También lo hizo su hija Jenna, quien emotivamente describió este martes en el programa Today la amistad que surgió entre ambos cuando el diseñador creó su vestido de novia.
“Fue el primer vestido que me mostró. Me lo puse y me dijo, ‘Y ahora vayamos al accesorio más importante’, y me extendió su brazo y dijo, ‘El hombre’. Así que así mi mano de su mano y pude recorrer su taller con Óscar de la Renta”.
De la Renta, de 82 años, falleció el lunes en su casa en Kent, Connecticut, rodeado de familiares, amigos y sus queridos perros tras cuatro décadas en la industria de la moda. Una declaración escrita a mano y firmada por su hijastra Eliza Reed Bolen y el esposo de ésta, Alex Bolen, no especificó la causa de muerte, pero De la Renta había dicho en el pasado que tenía cáncer.
Wintour escribió que su fortaleza y su valentía “deben haberlo acompañado en el hospital la semana pasada cuando tomó la decisión de parar el tratamiento; no era la calidad de vida que él quería”.
A principios de este mes, la primera dama Michelle Obama lució por primera vez un vestido de De la Renta. El diseñador la había criticado años atrás por no haber vestido de una firma estadunidense para una cena oficial en el 2011.
“Óscar de la Renta fue verdaderamente el diplomático de la moda estadunidense por excelencia, un pilar que apoyó una idea del estilo de este país más allá de los jeans y la ropa para el trabajo. Al igual que sus diseños, desde ropa para el día simple y elegante hasta vestidos de noche encantadoramente hermosos que sedujeron virtualmente a todas las primeras damas durante su vida, el mismo Óscar proyectaba una imagen de elegancia”, recordó Eric Wilson, director de noticias de moda de la revista InStyle.
Ruthie Friedlander, editora adjunta de Elle.com, entiende qué “más” diferenciaba a De la Renta. Tiene que ver con las mujeres y su capacidad de comprender su belleza.
“Eso es algo que rara vez se ve en un diseñador”, dijo que las generaciones que cruzó. “Una podía imaginarse vistiendo sus prendas, aun cuando no tuviera una ocasión para hacerlo”.
El camino de De la Renta a la Séptima Avenida de Nueva York fue uno un tanto improbable: dejó su nativa República Dominicana a los 18 años para estudiar pintura en España pero pronto se desvió al mundo de la moda, lanzando su propia marca en 1965.
En el 2004 dijo a la AP que sus raíces hispanas podían percibirse en sus diseños: “Me gusta el color, la luminosidad. Me gustan las cosas vibrantes”.
Aunque hizo de Manhattan su casa principal, visitaba con frecuencia República Dominicana y mantuvo una casa allí. La editora en jefe de Vogue Anna Wintour, una visitante frecuente, ha dicho que viajar con él era como viajar con el presidente.
Wintour recordó el fin de semana pasado, cuando ella y su hija lo visitaron en su casa de campo en Connecticut, donde sus pasatiempos favoritos eran hacer jardinería y bailar.
“Nos reímos de la vida amorosa de Bee. Él le dio consejos, y entonces dijo que soñaba con ver el camino y estanque que acababa de diseñar para el terreno”, escribió. “Ya no podía moverse, así que salimos y tomamos fotos con su iPad para que él las viera y nos comimos un sándwich de pollo con Annette (su esposa) y Janet, su extraordinaria enfermera. Sus últimas palabras para mí fueron te quiero, y le dije que lo quería también”.
“Además de poner en alto el nombre de la Rep. Dom. gracias a su arte y talento, ha sido un gran defensor de los intereses nacionales”, escribió Medina en Twitter.
Valerie Steele, directora del Museo del Instituto Tecnológico de la Moda, ve el “más” de De la Renta en sus variadas influencias.
“Óscar fue un diseñador que realmente combinó la sensibilidad española, parisina y americana en la moda”, dijo. “El tiempo que pasó estudiando con Balenciaga en España, el trabajo en París y el tremendo éxito en Nueva York terminaron creando un estilo internacional, ampliamente enfocado en la idea de la belleza femenina”.
Una belleza que derivaba de su amor por la mujer.
“Nunca se abstuvo de decir que lo que él hacía eran vestidos bonitos”, dijo Steele. “La meta de los vestidos bonitos era hacer que las mujeres se vieran bonitas. Vestía a una mujer, a su hija o a su nieta y todas se sentían felices”. DE