OTTAWA. Un hombre no identificado murió por disparos de la policía en el Parlamento canadiense, en Ottawa, donde penetró armado tras haber herido mortalmente a un soldado que hacía guardia junto a un monumento en el exterior.
Los tiroteos en el Memorial War y en el interior del Parlamento, cuyas circunstancias no han sido totalmente aclaradas, causaron caos y pánico en la capital canadiense.
El soldado, que custodiaba el Memorial War, un monumento a los caídos en las guerras que se erige a pocos metros del Parlamento, fue trasladado a un hospital de la capital canadiense, donde murió.
Después de disparar al soldado con un rifle, el individuo se hizo con un vehículo y se dirigió a Parliament Hill, el complejo que alberga al Parlamento y las oficinas del primer ministro, Stephen Harper, quien se encontraba allí en ese momento.
Una vez en el edificio del Parlamento, se produjo un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y el sospechoso, quien murió por los disparos de los agentes.
Al menos uno de los policías resultó herido en una pierna durante el tiroteo, que fue capturado en vídeo por un periodista local.
El primer ministro Harper, que se encontraba en su oficina de Parliament Hill, fue evacuado por las fuerzas especiales y llevado a un lugar no revelado, donde se reunió con los responsables de las fuerzas de seguridad, entre ellos el director de la Policía Montada, Bob Paulson.
El miércoles es el día en el que los partidos políticos mantienen reuniones de todos sus diputados en el Parlamento, por lo que el edificio estaba repleto de parlamentarios y personal de apoyo.
Numerosos diputados recurrieron inmediatamente a Twitter para narrar que estaban escuchando decenas de disparos en los pasillos del edificio.
Una foto colgada en Twitter por un diputado del gobernante Partido Conservador mostró el interior de la sala en la que estaban reunidos los conservadores con sillas amontonadas contra la puerta para impedir la entrada del atacante.
Durante horas, ningún responsable policial o gubernamental emitió declaración oficial alguna sobre los sucesos.
La primera rueda de prensa se produjo cuatro horas después, pero los voceros de la Policía de Ottawa, la Policía Montada canadiense y el Departamento de Defensa se negaron a proporcionar información básica sobre el incidente, como las identidades del soldado fallecido y el atacante.
El subdirector de la Policía Montada, Gilles Michaud, reconoció durante la rueda de prensa que los ataques: “nos han tomado por sorpresa” a pesar de que el lunes un individuo “radicalizado” mató a otro soldado en Montreal en un ataque ligado a “ideología terrorista”.
El autor del ataque del lunes, Martin Couture-Rouleau, de 25 años, fue abatido por la Policía poco después de atropellar a dos soldados que se encontraban en el estacionamiento de un centro comercial.
Las fuerzas de seguridad no confirmaron informaciones iniciales de que la Policía estaba buscando a otras dos personas que podrían haber participado en los ataques de ayer.
La Policía de Ottawa había asegurado que también se había producido un segundo tiroteo en Rideau Center, un centro comercial situado frente a la sede del Legislativo.
La policía se limitó a señalar que la investigación de los hechos seguía en marcha y que estaban procediendo para confirmar la seguridad de Parliament Hill.
Tras el ataque, el Departamento de Defensa ordenó el cierre al público de todas sus bases en el país.
Los ataques mortales de ayer y el lunes se producen en el momento en que Canadá ha enviado al Golfo Pérsico seis aviones de combate CF-18 Hornet que participarán en los ataques aliados contra las fuerzas del Estado Islámico (EI) en Irak, una misión controvertida y que ha sido rechazada por los partidos de la oposición.
Harper, que canceló la reunión que tenía previsto mantener ayer en Toronto con la Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai, para entregar a la joven paquistaní la ciudadanía honoraria canadiense, ha anunciado que esta noche hará una declaración sobre los ataques.
Por su parte, El gobierno de EU ofreció asistencia a Canadá tras el ataque armado y el presidente Barack Obama habló por teléfono con el primer ministro canadiense, según la Casa Blanca.
El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, afirmó en su rueda de prensa diaria que es muy pronto para afirmar si EU considera el ataque un acto terrorista, dado que la información sobre lo sucedido es “todavía incompleta”.
Según Earnest, funcionarios estadunidenses están en contacto con sus pares canadienses y han ofrecido asistencia, si es necesario, para lidiar con el caos y la confusión que se están viviendo en Ottawa.