Para él los envases de leche o jugo no son basura sino materia prima para la fabricación de láminas y papel. A través de la empresa Verdek: transformaciones sustentables, Pablo Kohan mira en lo que muchos denominan basura una forma “pequeña” de ayudar a la conservación de recursos naturales.
Desde el 2013, comenzó un proyecto de sustentabilidad en el que al procesar y separar todo el material de los envases multicapa (Tetrapack). De tal forma que al reciclar la celulosa, el aluminio y el plástico pudieran fabricarse láminas bioclimáticas.
“Lo que hice fue buscar una proceso eficiente para la fabricación. Ir más allá de lo que otras empresas dedicadas al reciclaje hacían. Encontramos un proceso eficiente, en el que nos preocupamos en cómo realizarlo y hacerlo que fuera más sustentable”, aseguró Kohan en entrevista para 24 HORAS.
Junto a su equipo de trabajo tardaron un año en diseñar y generar la maquinaria necesaria que cumpliera con las necesidades del procedimiento. Éste inicia con la recolección de envases multicapa provenientes de 25 recolectores de las zonas aledañas a Teotihuacán, Estado de México.
La celulosa se vende a empresas de papel, como Scribe, con la misma visión sustentable. El resto del material se somete a un prensado, para generar láminas bioclimáticas, térmicas, acústicas e impermeables.