En sólo dos meses, los que pasaron entre mediados de agosto y mediados de octubre, el complejo más importante para los Juegos Centroamericanos y del Caribe cambió diametralmente de rostro.
Durante mi primera visita a las sedes del puerto, casi todas las instalaciones mostraban con claridad lo que se tendrá durante el evento que inicia el viernes 14 de noviembre. Digo que casi, sobre todo por lo que en aquel momento me había encontrado en esa área vecina tanto al futbolero estadio Pirata Fuente como al beisbolero parque Beto Ávila. Se trata de la Unidad Deportiva Leyes de Reforma, que en tiempo récord y con un sprint final digno de los que correrán numerosos atletas durante los Juegos, hoy ofrece una perspectiva muy diferente a la que me encontré en agosto y puede asegurar que está lista.
Ahí está el Centro Acuático, cuyos 13 mil 300 metros cuadrados incluyen la piscina principal, la fosa de clavados y la alberca temporal para nado sincronizado y polo; una de las consentidas de este certamen, la jarocha Dolores Hernández, gran promesa rumbo a los Olímpicos de Río de Janeiro 2016, estará más que arropada cuando salte desde esos trampolines.
A un costado, la nueva Arena Veracruz con capacidad para 1,600 aficionados, albergará las competencias de gimnasia artística, rítmica y trampolín; este recinto será todo un legado para el deporte local, toda vez que tras los Centroamericanos funcionará como escuela gimnástica a cargo del Instituto Veracruzano del Deporte, así como sala para conciertos y espectáculos. Su estructura es una de las más llamativas de este evento, con un espectacular techo.
Si caminamos de la Arena Veracruz hacia el Pirata Fuente, podemos contemplar el Centro de Raqueta de Veracruz 2014. Una instalación alargada que tiene a un costado las canchas de squash y al otro las de racquetbol, donde brillará la exponente más dominante en la historia de este deporte, la mexicana Paola Longoria; el oro más factible para nuestro país, ha de caer ahí.
Si desde ahí regresamos hacia las piscinas, emerge el Pabellón de Pelota Vasca, disciplina que volverá a los Juegos Centroamericanos y del Caribe tras siete décadas de ausencia. Es derecho de todo Comité Organizador no organizar torneos de todos los deportes inscritos en el programa, siendo Veracruz la primera sede que da la bienvenida a absolutamente todos los propuestos. En ese sitio que fue remodelado y modernizado, se disputarán las competiciones de frontón, frontis y trinquete.
La Unidad Leyes de Reforma se complementa con el bolerama, donde los veracruzanos podrán practicar el boliche tras los Juegos.
Como queda claro, entre los tradicionales Pirata Fuente y Beto Ávila, más los emergentes centros de natación, gimnasia, raqueta, pelota vasca y boliche, el corazón de Veracruz 2014 está en el Fraccionamiento Virginia de Boca del Río. Sin este complejo, simplemente no tendríamos la vigésimo segunda edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Por eso son tan buenas noticias el éxito que ha tenido el sprint final consumado por esas instalaciones, que vivirán dieciséis días, entre el 14 y el 30 de noviembre, iluminadas por el fuego nuevo que surgió en Teotihuacán y pasará al pebetero del Pirata Fuente.