LONDRES. El primer ministro británico, David Cameron, reiteró en el Parlamento que el Reino Unido no abonará los 2,100 millones de euros (37,800 millones de pesos) adicionales que demanda la Unión Europea (UE) para el 1 de diciembre y prometió que se enfrentará “de todos los modos posibles” a una exigencia que considera “inaceptable”.
“El Reino Unido no le pagará a nadie 2 mil millones de euros el 1 de diciembre”, sostuvo el jefe del Gobierno británico, que criticó la urgencia con la que Bruselas demanda esa entrega, que supone cerca del 20% de la aportación anual de Londres a la UE.
Cameron considera que los cálculos que han llevado al reajuste en las aportaciones de los socios europeos deben revisarse exhaustivamente antes de que países como Holanda, Italia y Grecia, además del Reino Unido, hagan frente a los nuevos pagos que reclama el Ejecutivo comunitario.
El líder “tory”, que desde hace meses sufre fuertes presiones desde el ala euroescéptica de su Partido Conservador, insistió además en que la Unión no necesita ese dinero de forma inmediata y criticó el apretado calendario que ha dibujado la Comisión Europea (CE).
El primer ministro dijo que comprendería que el Reino Unido tuviera que aumentar “ligeramente” su aportación en 2014 ante el crecimiento económico que ha registrado, pero rechazó hacer frente a una exigencia pecuniaria que, en su opinión, no tiene precedentes.
Los cálculos para ajustar las contribuciones de los países de la UE se basan en cifras ofrecidas por la oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, que ha estimado de nuevo las aportaciones en función del comportamiento de cada economía desde 1995.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) se declaró sorprendida por el enfado del primer ministro británico y advirtió al Reino Unido de que se arriesga a una multa si no paga.
“Estoy muy sorprendido”, dijo en rueda de prensa el comisario europeo de Programación Financiera y Presupuesto, Jacek Dominik, quien precisó que las autoridades británicas habían sido informadas el día 17 de las consecuencias del ajuste de cifras y que no pusieron quejas en una reunión técnica ni en un Consejo de ministros de Economía de la Unión Europea anteriores a la cumbre.
El comisario explicó que la cantidad que se reclama a Londres es fruto de un procedimiento de ajuste de cifras que se lleva a cabo todos los años sobre la base de los datos estadísticos que aportan los propios Estados miembros.
La corrección de este año es mayor como consecuencia del nuevo cálculo del PIB de la oficina estadística comunitaria, Eurostat, que incluye actividades ilegales como la prostitución.