WASHINGTON. En una rara explicación pública de su programa de vigilancia masiva, el Servicio Postal de Estados Unidos reportó que el año pasado aprobó casi 50 mil solicitudes de agencias que aplican la ley y de su propia Unidad de Inspección Interna, para monitorear secretamente el correo de los estadunidenses comunes y utilizarlo en investigaciones criminales y de seguridad nacional.
De acuerdo con información revelada por The New York Times, el número de solicitudes, contenidas en una auditoría realizada en 2014 al programa de vigilancia –que no fue muy notoria– por el inspector general del Servicio Postal, muestra que el programa de vigilancia es más amplio que lo que anteriormente fue dado a conocer y que es muy laxa la supervisión para proteger a los ciudadanos de un abuso potencial.
La auditoría, junto con entrevistas y documentos obtenidos por el diario, de acuerdo con el Decreto de la Libertad de Información, ofrece uno de los primeros vistazos detallados del alcance de este programa, que ha jugado un papel importante en la vasta vigilancia del país desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
La auditoría encontró que en muchos casos el Servicio Postal ha aprobado la solicitud que le han hecho para monitorear el correo de una persona sin describir adecuadamente la razón o tener una autorización por escrito.
Además de generar inquietudes sobre la privacidad, la auditoría cuestionó la eficiencia y precisión del Servicio Postal en cuanto al manejo de solicitudes.
Muchas solicitudes no fueron procesadas a tiempo, según manifiesta la auditoría, y los errores de cómputo provocaron que el mismo número de rastreo fuera asignado a diferentes solicitudes de vigilancia.
“Los controles insuficientes podrían entorpecer la habilidad que tiene el Servicio de Inspección Postal para llevar a cabo investigaciones efectivas, provocar la inquietud del público sobre la privacidad del correo y afectar la fidelidad del Servicio Postal”, concluyó la auditoría.
Esa revisión fue colocada en el mes de mayo, sin hacer un anuncio público, en el sitio en la web del inspector general del Servicio Postal y casi no se le puso atención.
El programa de vigilancia, que oficialmente es llamado correo encubierto, tiene más de un siglo de antigüedad, pero sigue estando considerado como una poderosa herramienta de investigación.
A solicitud de las agencias estatales o federales que aplican la ley o del Servicio de Inspección Postal, los empleados registran los nombres, domicilios del remitente y cualquier otra información que está en el exterior de las cartas o paquetes antes de ser entregados en la casa de una persona.
Autoridades dicen que este método antiguo y aparentemente engañoso de recolectar datos proporciona una enorme riqueza de información acerca de negocios y sociedades que son sus objetivos y puede llevarlos a registros bancarios y de propiedades y hasta a sus cómplices.
Para abrir una carta se requiere una orden judicial.
Entrevistas y récords de una corte también muestran que el programa de vigilancia fue utilizado por el procurador de condado y un sheriff para investigar a un contrincante político en Arizona. (Con información de Ron Nixon/The New York Times) DM
Comments are closed.