WASHINGTON. El Pentágono anunció hoy que todos los militares estadunidense que participan en la misión para combatir el ébola en África Occidental pasarán un periodo obligatorio de cuarentena.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, firmó una orden que establece un régimen de «observación controlada» durante 21 días, el periodo en el que se manifiestan los síntomas en caso de haber contraído la enfermedad.
«Esta orden se aplicará a todas las ramas de las Fuerzas Armadas que contribuyen con personal a la lucha contra el ébola en su origen», indicó en un comunicado el portavoz del Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
El Estado Mayor Conjunto, que reúne a los jefes de las principales ramas de las Fuerzas Armadas, había recomendado que se tomara esta medida de manera preventiva.
El Gobierno estadounidense ha movilizado a cerca de 4.000 militares que participarán en periodos rotatorios en la llamada «Operación Asistencia Unida» para ayudar a combatir el ébola en África Occidental.
El Pentágono ha indicado que los militares son ingenieros, expertos en logística y sanitarios que van a formar a los médicos y enfermeras locales, pero que no van a tratar directamente a pacientes de ébola.
No obstante, el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Ray Odierno, ya había ordenado el aislamiento para los militares de esta rama de las Fuerzas Armadas que regresaran de África Occidental, que se extiende ahora al resto.
De momento, hay más de 230 militares en Liberia realizando tareas de apoyo, 205 en Monrovia y varias docenas en Senegal, donde establecerán un corredor aéreo en caso de que sea necesario para realizar evacuaciones.
El secretario de Defensa también ha pedido al jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey, que presente en quince días un plan detallado de cómo se aplicará esta vigilancia controlada, «teniendo en cuenta el tamaño y el alcance de la logística necesaria», dijo Kirby.
Hagel ordenó además al Estado Mayor Conjunto que realice una revisión de esta nueva política en un plazo de 45 días para emitir una recomendación sobre si dicha vigilancia controlada debe continuar o no, según lo observado al regresar los primeros grupos de militares que participan en la «Operación Asistencia Unida».
«El secretario considera que estos pasos iniciales son prudentes dado el gran número de personal militar en tránsito desde su base de operaciones y África Occidental», indicó Kirby, que señaló que la prioridad del secretario es la seguridad de los militares y sus familias.
El general estadounidense Darryl Williams y una decena de militares fueron los primeros puestos en «observación controlada» en la base militar de Vicenza (Italia), tras acabar el pasado fin de semana su misión en Liberia. DM