En México hay 5 mil adolescentes privados de su libertad, de ellos mil 200 reconocieron pertenecer al crimen organizado realizando labores de sicariato; venta y distribución de droga; o como “halcones” (informantes) de algún cártel.
Como parte del Seminario “Violencia en México: Fábrica de Sicarios”, que se realizó en el Colegio de México, la investigadora Elena Azaola Garrido explicó que hay diversas historias detrás de estos jóvenes, quienes su principal motivación en la vida es dejar atrás su hogar donde han sufrido violencia.
De los 5 mil jóvenes internados, 35% enfrentan cargos por robo con violencia, 22% de homicidio, 17% por portación de arma, 15% por robo de vehículo, 15% por secuestro, 10% por delincuencia organizada, y 10% por delitos contra la salud; en algunos casos los jóvenes cometieron más de una conducta delictiva, por ello, el porcentaje se incrementa.
Explicó que la fábrica de sicarios en México es un conjunto de condiciones y circunstancias como las omisiones del Estado para cumplir con sus responsabilidades se seguridad social y de procuración de justicia; la pobreza, la ausencia de disciplina dentro de los hogares, la deserción escolar, y la violencia dentro de los centros educativos.
El Estado, la familia, la sociedad y la educación escolar han hecho de estos jóvenes criminales potenciales, que si no se les ayuda en este momento a dejar atrás el entorno de violencia llegaran a ser un problema mayor, dijo Azaola Garrido, doctora con experiencia de más de 10 años en el tema de menores infractores y explotación infantil.
Explicó que se tomó una muestra de la población penitenciaria de cuatro estados de la República: Sinaloa, Morelos, Hidalgo y Coahuila, con ello realizó el estudio Delitos Cometidos por Adolescentes en México
La especialista dijo que lo que predispone a los menores al crimen son los modelos de control que adquieren en los primeros años dentro de su hogar, donde los lazos de afecto inhiben al individuo a cometer delitos.
Dijo que de acuerdo con el censo nacional hay 12 millones de menores que tienen edad promedio para ser sancionados conforme a las leyes. Del total de jóvenes en reclusión 78% tienen entre 16 y 18 años.
El estudio revela que 47% abandonaron sus hogares por violencia intrafamiliar, 22% nunca vivió con su padre, 41% sufrió violencia en su hogar; 43% tiene algún familiar en la cárcel; 14% dijo no confiar en ninguna institución, pariente o autoridad.
Azaola Garrido explicó que con base a las investigaciones se estableó que una de las principales causas de la violencia en los jóvenes es la deserción escolar, donde los adolescentes fueron víctimas de violencia por parte de sus compañeros.
Asimismo, 94% desempeñó algún trabajo como albañilería, ayudantes en general, venta de productos, vendedores ambulantes, franeleros, entre otros, y 25% dijo ante las autoridades dedicarse a actividades dentro del crimen organizado algunos de ellos como sicarios, informantes del crimen, venta y distribución de drogas, y/o secuestro.
Con base en sus testimonios 76% de los jóvenes detenidos dijeron haber sido torturados por los grupos policiacos, 32% consumía drogas diariamente, 48% consumía alcohol.
Azaola Garrido concluyó que los criminales son vistos como enemigos y no miembros de la sociedad, mientras no se les reintegre al grupo que los excluye a pesar que ya cumplieron con su condena de seguirá la violencia.
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