Continúan los cambios en la Procuraduría General de la República (PGR). Vidal Díazleal Ochoa, quien desde el sexenio pasado estaba al frente de la Policía Federal Ministerial (PFM) fue removido de ese cargo para ser reubicado en la dirección del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).

 

En sustitución de Díazleal fue designado el teniente Carlos Gómez Arrieta, quien hasta el año pasado fue jefe de seguridad en la Cámara de Diputados.

 

Autoridades de la PGR confirmaron a 24 HORAS que este movimiento se realizó a principios de este mes por instrucciones del procurador Jesús Murillo Karam. El cambio se da en el marco de la estrategia para eficientar el trabajo en varias áreas.

 

Apenas la semana pasada se informó de la salida de Rodrigo Archundia de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) para ocupar provisionalmente el cargo de subprocurador de Control regional.

 

Junto con Archundia, Díazleal era de los funcionarios que permanecía en el mismo puesto desde el sexenio pasado. Fue colocado al frente de la entonces Agencia Federal de Investigaciones (AFI) , que luego se convirtió en la PFM, a principios del año 2011.

 

De acuerdo con las fuentes consultadas, Murillo Karam está conforme con el trabajo del Díazleal en la policía investigadora pero consideró necesario el movimiento a Cenapi, cuya dirección había estado vacante casi durante todo el sexenio

 

El Cenapi es el órgano responsable de la recopilación y análisis de los datos que se desprenden en las investigaciones federales, con el objetivo de diseñar líneas de acción e inteligencia para combatir a las organizaciones criminales.

 

De vigilante a investigador

 

El teniente Carlos Gómez Arrieta tiene experiencia en labores de seguridad, aunque su perfil ha estado enfocado más en la vigilancia que en la investigación.

 

Durante 15 años se desempeñó como Director General de Resguardo y Seguridad de la Cámara de Diputados, hasta que el año pasado salió de San Lázaro para incorporarse a la PGR a petición de Murillo Karam, quien lo colocó al frente de la dirección de Servicios Periciales y protección e Personas, área que por naturaleza no difería mucho de su experiencia en vigilancia.

 

Su designación en la PFM representa un reto de distinta naturaleza, pues dicha corporación no se ocupa de tareas convencionales de seguridad sino de la investigación de los delitos federales, es decir, combate directo al crimen.

 

Vacas flacas en PFM

 

La PFM enfrenta un reto de modernización. Como legisladores se lo hicieron notar a Murillo Karam en su comparecencia de septiembre pasado, la corporación tiene un estado de fuerza disminuido y ha perdido protagonismo.

 

La PFM, según datos oficiales, cuenta con 4 mil 823 elementos, muy por debajo de los más de 8 mil elementos con los que contaba en 2006. El reto es incrementar la fuerza operativa pero a su vez con agentes capacitados y especializados.

 

Otro aspecto es el presupuestal, Para 2015 se plantea un presupuesto de dos mil 508 millones de pesos para dicha corporación, un recorte de casi 70 millones en comparación con el año pasado.