LOS ANGELES. Grandes grupos de hispanos y otras minorías de bajos recursos en California residen cerca de pozos de extracción de petróleo y gas, lo que supone un riesgo para su salud, según un estudio del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC).
En California hay 84 mil 434 pozos de extracción de gas y petróleo entre los cuales 6 mil 065 están en el condado de Los Ángeles, detalla el documento.
Una de las fosas de la empresa Allenco Energy Co., en la urbe angelina, cerró en noviembre de 2013 en acuerdo de reparaciones de daño debido a escape de sustancias tóxicas con la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).
“Yo he experimentado dolores de cabeza, dolores de estómago, tengo asma ahora, tengo problemas de corazón y tengo muchos sangrados de nariz frecuentemente”, reveló a la agencia EFE Nalleli Cobo, una de las afectadas.
En la familia de la joven todos siguen tratamientos para el asma que Monic Uriarte, la madre de Cobo, aduce que se desarrolló por vivir frente a la planta de extracción de hidrocarburo en University Park, que es un terreno arrendado por la arquidiócesis de Los Ángeles.
“Perforando en California: ¿Quien está en riesgo?”, es el nombre del estudio publicado el pasado 22 de octubre en la página en internet de NRDC, y el cual señala que de 38 millones de californianos alrededor de 5.4 millones, en su mayoría negros, viven en el radio de una milla de los pozos de petróleo y gas, en donde rentar vivienda es muy barato.
“Las emisiones y los olores que se emiten de esa planta son inaceptables. En un principio no sabíamos exactamente de donde provenían hasta que el pasado enero de 2011 hubo una ruptura en una de sus pipas que causó olores insoportables”, dijo a Efe Uriarte, que sufre de asma.
“Tuvimos que llamar al Departamento de Calidad de Aire y se nos informó que de ahí se estaba extrayendo petróleo y gas natural”, declaró.
En California, la población latina es de 39% y según el estudio de los 5.4 millones de habitantes en zonas de pozos de carburantes, el 69% son personas de color entre los que el 45% son hispanos, 13% asiáticos, 8% afroamericanos y el resto de otras etnias.
En el condado de Los Ángeles más del 48% de la población es hispana y a un cuarto de milla de pozos petroleros o gas el 67% son latinos, 13% asiáticos, 11% afroamericanos y un 8% blancos.
El estudio indica que cerca de las extracciones de nafta la contaminación es mayor, el índice de enfermedades es alto y surgen afecciones como el asma.
“Nuestro presidente Barack Obama tiene el poder de decir que no es permitido que en las comunidades estadounidenses la ambición de unos cuantos esté enfermando la salud de miles”, expresó Uriarte.
El estudio señala que entre los riesgos de las perforaciones petroleras y gas están la provocación de sismos, contaminación de la tierra y el agua, ruido, polución de la luz, suciedad en el aire, entre otros.
En California la mayor cantidad de pozos de petróleo y gas están en el Gran Los Ángeles, el condado de Kern y el sur del Valle de San Joaquín.
“Tenemos una gran preocupación en California porque con tecnologías como la fracturación hidráulica para sacar más petróleo se usan químicos contaminantes del medio ambiente”, explicó a Efe Miriam Rotkin-Ellman, quien junto a Tanja Srebotnjak realizaron la investigación.
“Con la salud de la gente no podemos estar jugando, por eso recomendamos parar de perforar más pozos en áreas urbanas y la acidificación con fracturación hidráulica hasta hacer una investigación profunda de que no causarán problemas a la salud de las comunidades”, indicó.
Mónica Valencia, vocera de la arquidiócesis de Los Ángeles, dijo a Efe que ya se encuentran trabajando con “los reguladores del medio ambiente para asegurar que (los operadores de la planta) se adhieran a las regulaciones de calidad del aire y seguridad, según los términos de arrendamiento”.
La Asociación de Petróleo de los Estados del Oeste (WSPA) y la empresa Allenco Energy Co. no dieron ninguna declaración y tampoco respondieron a una petición de aclaración.