CIUDAD DEL VATICANO. El Papa Francisco clamó hoy contra la “loca carrera de destrucción” en la que viven inmersos los seres humanos capaces de devastar la naturaleza, la vida, las culturas, los valores y la esperanza.

 

El pontífice hizo esta reflexión durante el sermón de la misa que celebró ante miles de personas en la explanada central del cementerio del Verano de Roma, que visitó en la festividad de Todos los Santos y en la víspera de la conmemoración de los Fieles Difuntos.

 

Antes de iniciar la ceremonia visitó la sacristía de una iglesia ubicada dentro del panteón y allí observó las fotografías del bombardeo contra la capital italiana, que tuvo lugar hace 71 años y que incluyó el barrio del cementerio.papa_3_ap

 

Evocando esas imágenes señaló que el ser humano necesita “el amor y la fuerza de Dios” para frenar la “loca carrera de destrucción” provocada por el hombre que “se adueña de todo, se cree Dios y se cree el rey”.

 

Advirtió que las guerras continúan y no precisamente siembran un grano de vida, más bien son la “industria de la destrucción”, producto de un sistema de vida en el cual, cuando las cosas no se pueden arreglar, se descartan.

 

Sostuvo que por esto se descartan a los niños, se descartan a los ancianos, se descartan a los jóvenes sin trabajo y se descartan los pueblos.

 

“Ahora comienza (la temporada) de frío. Estos pobres que deben huir para salvar la vida, deben huir de sus casas, de sus pueblos, de sus aldeas, al desierto y viven en carpas, sienten el frío, sin medicinas, hambrientos”, lamentó.

 

“Pero ¿quién paga la fiesta? ¡Ellos! Los pequeños, los pobres, los que siendo personas terminaron en la basura. Y esto no es historia antigua: sucede hoy. También aquí, en todas partes”, enfatizó.

 

Lamentó que al parecer esta gente no cuenta, estos niños hambrientos y enfermos parece que “son de otra especie” y “no son humanos”.

 

“Hoy, sin exagerar, en el día de Todos los Santos, quisiera que pensáramos en todos estos santos desconocidos. Pecadores como nosotros, peores que nosotros, pero destruidos. A esta gente que viene de la tribulación: la mayor parte del mundo está en tribulación”, dijo.

 

“El Señor nos dé la valentía para salir de todo lo que es destrucción, devastación, relativismo de vida, exclusión de los demás, exclusión de los valores y exclusión de la paz”, ponderó. GH