LOS ÁNGELES. Ángeles. Matthew McConaughey es el actor del momento. Desde lo más alto del firmamento de Hollywood divisa un pasado del que no se arrepiente mientras disfruta del “McConaissance”, un renacimiento artístico al que, según asegura en una entrevista con Efe, no le pone fecha de caducidad.

 

“Estoy disfrutando toda esa atención que recibo ahora”, confesó el ganador del Óscar por Dallas Buyers Club.

 

“No en el sentido de decir: ‘Oh, lo he logrado’, sino que realmente lo agradezco y lo respeto, pero no me detengo a esperar al destino. Siento que no he tocado techo en mi carrera”, añadió.

 

“Voy a tener más experiencias en el cine. Cuanto menos me han importado los resultados, mejor me han ido las cosas. El objetivo -explicó- nunca debe ser asombrar a tus compañeros de profesión. Eso se entromete en el proceso del actor. Si hago algo, si elijo un proyecto, es porque me gusta. Quiero seguir así”.

 

El galán de 44 años está de vuelta a partir del día 7 con Interstellar, dirigida por Christopher Nolan, sin duda una de las películas más esperadas del año.

 

La película propone un viaje intergaláctico en busca de esperanza para la Tierra, asolada por desastres medioambientales, tras el que se esconde un drama íntimo familiar.
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En la cinta, protagonizada también por Anne Hathaway y Jessica Chastain, un grupo de exploradores hará uso de un recién descubierto agujero negro para superar las limitaciones de los viajes espaciales tripulados y conquistar las inmensas distancias que requiere una misión en los confines del universo.

 

“Ver la película fue para mí una experiencia espiritual y física”, argumentó el actor.

 

“Acabé exhausto, asombrado y alucinado. Me dejó paralizado durante varios días. Emprendí una aventura, un viaje tremendo. Me hizo llorar, aplaudir, gritar, sorprenderme… Hizo que mis cimientos temblaran”, agregó.

 

El actor, cuyo nombre hoy día es sinónimo de calidad tras haber encadenado obras como Mud y Magic Mike, además de su celebrada participación en la serie de HBO True Detective, regresa a la ciencia ficción tras su participación en Contact, filme con la que Interstellar guarda cierto parecido.

 

Lejos quedan los días en que McConaughey parecía abocado a la comedia romántica facilona y cada uno de sus trabajos era recibido con tibieza. No obstante, el actor recuerda con cariño esa etapa.

 

“Nunca pensé: ¡Oh Dios!, ¿qué estoy haciendo? Sí es cierto que estuve algo desanimado. Hice varias cosas parecidas, películas que no son reconocidas por la crítica pero con las que disfruté y me pagaron bien. Por entonces no me ofrecían cosas buenas, pero tampoco estaba triste por ello. Aquello no me iba a detener”, manifestó.

 

Aquel joven prometedor de A Time to Kill, Amistad o U-571 dio paso al romántico de The Wedding Planner, con Jennifer López; Sahara, con Penélope Cruz; o How to Lose a Guy in 10 Days y Fool’s Gold, ambas con Kate Hudson.

 

Y aunque mmattwe_5_efeuchos consideren que el actor vive su mejor momento, McConaughey prefiere ver la situación con más perspectiva.

 

“Considero que no estoy aún ni en el descanso del partido”, dijo en referencia a la larga trayectoria que espera tener aún por delante.

 

“Llegó un momento -sostuvo- en que simplifiqué mi carrera. Cerré mi productora, mi discográfica y decidí ser actor a sueldo”.

 

Para entonces, lo más duro había pasado. Los críticos se habían cebado con él. Sus películas apenas atraían al público. Pero nunca tiró la toalla.

 

“He tenido la confianza baja. Pero de noche, en la soledad, nunca perdí la fe en mí mismo. No me desesperé. Me decía: sigue trabajando, sigue intentándolo. Aprende. Crece. No sé qué vino primero -razonó el actor-, porque al mismo tiempo crecía como persona gracias al matrimonio y a la familia. En los 40, creo que es cuando realmente formamos nuestra identidad”.

 

McConaughey emplea un lema: Keep on living (Sigue viviendo). Es una frase de su debut en la gran pantalla, Dazed and Confused, que se quedó grabada a fuego en su mente. La utiliza constantemente como buen optimista que es y, por esa razón, llamó Vida a su hija.

 

Pero incluso ahora, con Hollywood a sus pies, el optimista McConaughey sigue sin perseguir a Paul Newman, el astro con el que tantas veces fue comparado en sus inicios.

 

“Me lo tomé como un gran halago -concluyó-, pero nunca me lo creí. Nunca he querido ser como alguien en concreto. Siempre he seguido mis propios instintos e inquietudes. Soy quien soy, independientemente de cómo soy percibido”.

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GH