La moda se libera de la imagen fija y salta a las pantallas de cine a través del “fashion film”, un género que cultivan los laboratorios de las grandes marcas de moda para trasmitir su imaginario y llegar a un público más amplio.

“Se ha dado una ruptura en el paradigma de comunicación, ya no son los mismos canales, ni los mismos productos que antes”, explica a EFE José Murciano, director de Madrid Fashion Film Festival (MadridFFF), sobre el auge de este género.

El fashion film -añade- no implica la mera traducción como una película de moda, sino que es mucho más amplia: “Es un producto audiovisual que bebe de la estética de la moda, con una dirección de arte muy cuidada”, puede ser un un videoclip, un documental o una película, con un hilo argumental o sin él, como un perfomance.

Fenómeno viral

Detrás de la mayor parte de ellos hay una gran marca, aunque no siempre, lo que sí tienen en común es el canal de difusión: internet. El “fashion film” es, en la mayor parte de los casos, un fenómeno viral.

A continuación, el director del MadridFFF da cinco títulos claves para que los nuevos en la materia se aproximen y se enganchen al género.

La Odisea de Cartier

“Una historia espectacular y comercial de vender los imaginarios de una marca”.

Fashion Film de Mathew Frost

“Es representativo del género y de la posibilidad de hacer un fashion film con pocos medios”

Hors d’oeuvre de Monica Menez

“Un ejemplo de cómo se puede contar cosas muy sencillas, que funcionen muy bien esteticamente, con un guiño de humor”

Work Relation de Marina Abramovic para Adidas

“No tiene nada que ver a los otros. Es una instalacion para una marca de moda”

A single man (Tom Ford, 2009)

“Esta es una declaracion de principios del diseñador en el largometrjaes, muy cuidado esteticamente”

Como se puede apreciar, no todos las obras tienen un “perfil comercial”, la etiqueta fashion film es tan amplia y variada como la imaginación del director.

“Esto no es una contraprestación, no es supermercado, ni el 2 x 1. Un fashion film es construir marca”, recuerda Murciano.

El MadridFFF, que arrancó el 3 de noviembre su segunda edición con la proyección de piezas procedentes de una veintena de países, mesas redondas y conferencias. No es el único en su género, París, Berln y Nueva York ya cuentan con su propio festival y el fenómeno no deja de crecer

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Con información de EFE