NUEVA YORK. Yihadistas del Estado Islámico (EI) abusaron y torturaron a más de 150 niños kurdos que secuestraron en la ciudad siria de Kobane, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW), con base a testimonios de las propias víctimas.
Unos 153 niños kurdos, de entre 13 y 16 años de edad, fueron secuestrados a fines de mayo pasado cuando se dirigían a su casa en Kobane y desde entonces el EI los ha ido liberando, los últimos 25 el 29 de octubre.
HRW entrevistó a cuatro de esos niños, quienes relataron cómo sus captores los golpeaban, los obligaban a recibir clases sobre doctrina religiosa y les mostraban videos de decapitaciones realizadas por el EI, así como combates entre los yihadistas y sus enemigos.
“Nos pegaban con una manguera verde o un cable grueso, además nos golpeaban en las plantas de los pies. Buscaban cualquier excusa para pegarnos sin motivo”, narró un niño kurdo a HRW desde Turquía donde se encuentra tras su liberación.
Los niños, quienes podían hablar de forma ocasional con sus padres -con visitas o mediante teléfono, pero tenían prohibido hacerlo en kurdo, eran obligados a rezar cinco veces al día y fueron también sometidos a una “instrucción religiosa intensiva”, según HRW.
Los cuatro menores entrevistados por HRW dijeron desconocer los motivos exactos de su liberación, pero que los yihadistas les informaron que ya habían completado su formación religiosa y les dieron 150 libras sirias (un dólar) y un DVD con material religioso.
HRW recordó que la toma de rehenes supone un crimen de guerra y advirtió de que se consideran casos de tortura los abusos tanto físicos como mentales para obtener información, castigar o intimidar a otras personas, algo que se habría dado en el caso de este secuestro masivo.
El asesor especial para derechos de la infancia en HRW, Fred Abrahams, lamentó que desde el principio del conflicto sirio, los niños han sufrido los horrores de la detención y la tortura, primero por parte del régimen de Bashar al-Assad y ahora por el Estado Islámico.
El 29 de mayo pasado, el EI detuvo a unos 250 estudiantes kurdos de Kobane cuando regresaban a su casa después de presentar sus exámenes en Alepo, pero liberaron a unas 100 mujeres y mantuvieron a 153 niños en una escuela de la ciudad de Manbij, cerca de Kobane.
Entre junio y septiembre, alrededor de 50 estudiantes escaparon o fueron liberados, entre ellos 15 que fueron intercambiados por yihadistas prisioneros en manos de las Unidades de Protección Popular (YPG), como se conoce a la milicia local que ahora defiende Kobane.
A finales de septiembre, el EI liberó a otros 75 chicos, incluidos los cuatro entrevistados por HRW, y finalmente el pasado 29 de octubre dejó en libertad a los últimos 25 menores. DM