Un alto funcionario del Vaticano, Ignacio Carrasco de Paula, lamentó hoy el suicidio asistido de la estadunidense Brittany Maynard, quien puso fin a su vida el pasado fin de semana, debido a que padecía cáncer terminal.

 

“No juzgamos a las personas”, pero “la dignidad es otra cosa, no es poner fin a la propia vida”, afirmó el presidente de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, al ser consultado por la prensa sobre el caso.

 

Maynard falleció el sábado pasado, luego de recurrir a la eutanasia tras conocer que padecía un tumor cerebral. Un video difundido en internet hizo conocida su historia y abrió un debate sobre las implicaciones éticas de su decisión.

 

Carrasco aclaró que sus palabras no buscan “absolutamente” ser una “condena para esta pobre mujer, que ya sufrió demasiado” y aclaró que “el único que sabe cómo son verdaderamente las cosas es Dios”.

 

“El gesto de Brittany Maynard es, en sí, un hecho condenable, pero lo que sucedió en la conciencia nosotros no podemos saberlo. La consciencia es como un santuario al que no se puede entrar”, sostuvo.

 

“Pero reflexionamos sobre el hecho de que si un día se crease un proyecto según el cual todos los enfermos terminales se quitasen la vida, estarían en abandono total: el peligro incumbe porque la sociedad no quiere pagar los costos de la enfermedad y esta puede peligrosamente convertirse en la solución”, agregó.

 

Insistió que la muchacha pensaba “morir con dignidad”, pero el suicidarse no es algo bueno sino más bien es decir no a la propia vida y a todo lo que significa con respecto a nuestra misión en el mundo y hacia las personas que tenemos cerca.

 

Estableció que muchos enfermos terminales tienen la idea del suicidio, pero en Italia y en España, por ejemplo, prácticamente nadie la pone en práctica. “De cualquier manera, nunca en mi vida he aconsejado el suicidio a nadie”, insistió.

 

“Pero no creo que esta chica lo haya hecho por cobardía, por una reflexión intelectual o por un silogismo. La gente que tenía a su alrededor no la ayudó, se ocupaba de ella un grupo pro-eutanasia”, sentenció.  DM