KIEV. Las autoridades de Kiev sopesan revocar la ley sobre el régimen de autonomía para el este prorruso de Ucrania tras las elecciones del pasado domingo en las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, rechazadas por Ucrania y Occidente.
“Hoy propondré al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional (CSDN) que presente un proyecto a la Rada (Parlamento) para anular la vigencia de la ley sobre el estatus especial de las regiones de Donbass (cuenca hullera de Donetsk y Lugansk)”, dijo el presidente Petró Poproshenko, al abrir la sesión del CSDN.
El líder ucraniano se mostró convencido de que tanto el CSDN como el Parlamento revocarán la ley promulgada el pasado 16 de octubre.
Anteriormente, explicó que la celebración de “pseudoelecciones ha torpedeado la ley y ha agudizado la situación en Donbass”.
“Las amplias facultades previstas por la ley estamos dispuestos solo a concederlas a los órganos de autogobierno elegidos de forma legítima. Y no a los bandidos que se coronan a si mismos”, dijo Poroshenko en alusión a los líderes de ambas regiones secesionistas que ganaron los comicios del domingo.
La reacción al anuncio del presidente ucraniano no se hizo esperar y el viceprimer ministro de la autoproclamada república popular de Donetsk (RPD), Andréi Purguín, dijo que no hay motivos para la preocupación.
“No vemos nada que temer por el hecho de que la ley sobre el estatus especial para Donbass puede ser anulada, de todas formas nunca funcionó”, señaló.
Purguín agregó que “en lo que se refiere a la descentralización de poder, se lleva 15 años hablando de eso, pero nada ha cambiado. Al igual que antes, el 78% de los impuestos, cobrados en las regiones (separatistas), van a Kiev”.
La ley “Sobre el régimen temporal de autogobierno en determinadas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk” fue aprobada por el Parlamento conforme a los acuerdos alcanzados en Minsk el pasado 5 de septiembre para el arreglo de la crisis ucraniana.
Aquel documento concedía facultades más amplias a los gobiernos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk aunque a condición de que éstas celebraran los comicios en las fechas determinadas por Kiev, algo que los separatistas rechazaron.
Además, autorizaba el uso oficial de la lengua rusa, la cooperación transfronteriza con Rusia y la amnistía para algunos participantes en el conflicto armado entre las tropas y los insurgentes prorrusos.
Ajenos al malestar causado en Kiev, los líderes rebeldes Alexandr Zajárchenko e Ígor Plotnitski fueron investidos jefes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, respectivamente, tras recibir más del 63% de los votos en las elecciones que no fueron reconocidas por Kiev ni por Occidente.
“Juro servir al pueblo de la República Popular de Donetsk”, declaró Zajárchenko, en la ceremonia de investidura que tuvo lugar en el Teatro de Donetsk.
Zajárchenko, ex mecánico de 38 años, recibió alrededor de 800 mil votos, mientras la organización que él encabeza, República de Donetsk, fue la ganadora en las elecciones al Parlamento separatista (Soviet Supremo), según informó ayer la Comisión Electoral Central.
El líder separatista de Donetsk desde agosto pasado, encabezó la defensa de esta región desde el estallido de la sublevación militar y fue herido en los combates con las fuerzas leales a Kiev.
Plotniski, jefe de la vecina república popular de Lugansk, también prometió durante su investidura “servir al pueblo” de esa región separatista controlada por los insurgentes.
“Sólo un colectivo honesto y trabajador obtendrá resultados. La gente nos creyó, les agradezco a todos y no voy a fallar”, aseguró el líder separatista.