Vivimos en un país en donde los contrastes turísticos son contundentes, mientras en la región del Caribe Mexicano cada día sigue repuntando con mejores números, por otro lado la zona del pacífico concretamente la periferia de Acapulco se desploma dramáticamente. Quintana Roo donde se localizan Cancún, Riviera Maya, Playa del Carmen y Cozumel, definitivamente marca la bonanza turística de México convirtiéndose en los últimos diez años en la carta fuerte de México frente al mundo.

 

Según Claudia Ruiz Massieu, Secretaria de Turismo Federal la industria del hospedaje contribuye con el 8.4 por ciento del producto Interno bruto nacional y que para el mes de agosto de 2014 el ingreso de divisas por visitantes internacionales ascendió a 11 mil 131 millones de dólares. Sectur Federal ha venido informando que en los primeros ocho meses del año llegaron al país 19.3 millones de visitantes de otras nacionalidades, es decir, 19 por ciento más que el año anterior, de esos a Quintana Roo, arribaron un total de 10 millones 113 mil paseantes, lo que representa un aumento del 10.8 por ciento en comparación con el mismo lapso de 2013.

 

Frente a estos números muchas veces he dicho que es una tragedia turística lo que ocurre con el puerto de Acapulco, ya que su retraso se nota, cuando uno visita sus hoteles denotan cierto dejo de abandono, en su costera se percibe un ambiente triste, sus míticas playas ya no tienen tantos turistas internacionales y en general se respira un ambiente de desgano.

 

Yo quiero que Acapulco sea lo que fue y por demás siempre le he dado su crédito, es el gran abuelo del turismo en México, fue la cara de nuestro país ante el mundo, fue la bahía más glamorosa de Latinoamérica que recibía miles de turistas internacionales, muchas celebridades hicieron de Acapulco su lugar, y muchos de los grandes eventos o festivales que le dieron la vuelta al mundo se hicieron ahí.

 

Acapulco tenía muy buen aceptación internacional, hoy día el turismo extranjero prácticamente desapareció. Es muy lamentable que este destino turístico se encuentre tan a la baja. Los turistas extranjeros empezaron a dejar de visitar Acapulco desde hace 14 años, a partir de 2000, al caer de 467 mil 331 en ese año a 56 mil 134 al cierre de 2013. Según datos de Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA).

 

La Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas en Acapulco (AHETA), manifestó que las reservaciones para el fin de semana en los “Días de Muertos” 1 y 2 de noviembre se ubicaron apenas por arriba de 35 por ciento.

 

Soy de los que piensa que todos deberíamos hacer algo por levantar al puerto de Acapulco sin embargo no es tan fácil al menos mediáticamente hablando, definitivamente casos cruentos como el ocurrido en Ayotzinapa y varios más sucedidos en el pasado en Guerrero no ayudan nada, son demoledores en la imagen pública del estado. Ante esta crisis de ingobernabilidad el turismo es tan sensible que definitivamente se ahuyenta.

 

Desde hace unas semanas hay una caída del 60 % en el turismo en el puerto de Acapulco, informó a los medios Joaquín Badillo presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana Coparmex en Acapulco, aquí retomo sus dichos: “Tan sólo en Acapulco registramos pérdidas diarias de un millón de pesos en términos generales” así lo manifestó e Invitó a un diálogo a los inconformes del caso Ayotzinapa para que tomen conciencia de las afectaciones que están generando al sector empresarial turístico, añadió “lo que hemos visto ha quedado rebasado y nos ha dejado en un estado de indefensión, la única problemática que existe son marchas y pueden venir a Acapulco sin ningún temor de que algo pueda afectar su integridad física”, destacó Badillo.

 

El mismísimo presidente municipal de Acapulco, Luis Walton, el pasado 22 de Octubre pidió a la federación le envíe elementos de la Gendarmería Nacional, al considerar que continúa la inseguridad y la delincuencia, de llegar la gendarmería nacional, aseguró, la situación de Acapulco sería diferente ya que considera que la situación policial del puerto es insuficiente. Ante todo este panorama y después de la renuncia del gobernador Angel Aguirre, el todavía secretario de Fomento Turístico de Guerrero, Javier Aluni Montes no se ha pronunciado en mucho, creo que lo han dejado sin argumentos y la temporada de cierre de año hoy es incierta.

 

Por su parte Edson Castro, vicepresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Guerrero, ya se manifestó y dijo que hoy día 50 por ciento de restaurantes están cerrando por la falta de visitantes y por las movilizaciones que se vienen realizando en el estado y afirmó “Vamos a presentarle un pliego al nuevo gobernador del estado donde está contemplado que el próximo secretario de turismo de Guerrero sea propuesta por este consejo y que verdaderamente sea una persona que conozca de la materia y no solamente se ande paseando”

 

Qué bueno que Quintana Roo sea el líder del país, que sea la cara del turismo nacional frente al mundo, que sea la entidad que aporta poco más de la mitad del producto interno bruto turístico del país, y que cerrará este año con 15 millones de turistas internacionales, de los cuales 3 millones serán visitantes en crucero, según datos de la Secretaría de Turismo local que dirige Laura Fernández.

 

Quintana Roo no debe bajar al contrario debe crecer más, cada día recibe más frecuencias aéreas y más visitantes, hasta los premios de la World Travel Market de Londres considerados los Oscares del turismo mundial ha vuelto a ganar este año 2014, pero urge equilibrar la balanza al menos para el puerto de Acapulco que a mi parecer luego de todos estos años ante el fracaso de las políticas públicas y también hay que decirlo de las políticas empresariales, ya agoniza.