CHILPANCINGO. Un grupo de familiares de los 43 estudiantes que desaparecieron hace siete semanas en México se reunió nuevamente con las autoridades para conocer las novedades de las investigaciones, mientras otro contingente continuó con las protestas y exigencias de que se los siga buscando vivos.
El hangar del aeropuerto de Chilpancingo, la capital del estado de guerrero, fue de nuevo la sede del encuentro entre varios familiares y miembros de la Procuraduría General de la República (PGR), quienes les ofrecieron los últimos datos sobre la búsqueda de los jóvenes.
En el encuentro participaron monte Alejandro Rubido, comisionado nacional de seguridad; Tomás Zerón, director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, y el comisario general de la policía federal, Enrique Galindo, además de un grupo de compañeros de los desaparecidos de la escuela de Ayotzinapa.
Tras dos horas de reunión, los familiares salieron molestos porque la información que se les proporcionó no era la que esperaban ya que, según explicó el abogado Vidulfo Rosales, ésta fue “limitada y escueta”.
Como la principal novedad se les explicó, sin dar muchos datos, que se ha detenido a un operador de Gildardo López Astudillo, alias el Gil, uno de los presuntos autores materiales del asesinato e incineración de los estudiantes que, según tres miembros del cártel Guerreros Unidos, se habría producido en un basurero del municipio de Cocula, vecino a iguala, donde desaparecieron.
Según la investigación, la noche del 26 de septiembre policías locales detuvieron a los jóvenes tras unos ataques a tiros ordenados por el entonces alcalde de Iguala, José Luis abarca, en los que murieron seis personas, y los entregaron a miembros del grupo criminal, cuyo líder ordenó acabar con ellos.
Rosales explicó que las autoridades federales también informaron que se han hecho búsquedas en 144 puntos, pero no se les dieron muchos datos más.
Los 43 jóvenes permanecen bajo el estatus legal de desaparecidos hasta que pruebas genéticas a los restos hallados en el basurero de Cocula y un río cercano confirmen que se trata de ellos.
Los padres pidieron un listado con fotos y nombres de los lugares para que sepan los puntos a descartar y en “cuáles hay que intensificar la búsqueda” y acordaron otra reunión para el próximo martes a mediodía, en la que esperan obtener más datos.
Mientras, las tres caravanas de familiares y compañeros que salieron el viernes hacia distintas partes del país continúan su ruta, en la que realizarán varias paradas para informar sobre este caso.
Tras las declaraciones de ayer del secretario de hacienda, Luis Videgaray, en las que afirmaba que este caso va a afectar a la economía mexicana, fue el Banco de México el que admitió que los recientes acontecimientos pueden afectar la inversión.
En la minuta de su última junta de gobierno, el ente emisor dijo que las protestas sociales registradas en el país podrían deteriorar los niveles de confianza de los agentes económicos, tanto locales como extranjeros, y tener un “efecto adverso sobre la inversión”.
Sin embargo, el secretario de fomento turístico de guerrero, Javier Aluni, indicó que en el estado tienen “buenas expectativas” respecto a la llegada de visitantes durante el puente de este fin de semana, aunque “menores respecto al año anterior” por esta situación.
Aluni rechazó las versiones de prensa que apuntan a que para este fin de semana largo, por la conmemoración de la revolución mexicana, ha habido 14 mil cancelaciones de cuartos de hotel.
El funcionario se mostró confiado en que el turismo estadounidense y canadiense siga llegando igualmente por vía aérea al famoso balneario de Acapulco, al igual que a Zihuatanejo e Ixtapa.
Protestas continúan
En tanto, familiares y compañeros de los normalistas desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre realizaron una serie de protestas y pintas en las instalaciones del Poder Judicial de la Federación (PJF) en Chilpancingo en donde exigieron la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El contingente de más de cinco mil personas, entre Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), normalistas de Ayotzinapa y miembros de organizaciones sociales, llegó al Zócalo de Chilpancingo, a pesar de que al principio se dio a conocer que se dirigían al Congreso estatal.
La manifestación también recordó que el 14 de noviembre de 2007 policías estatales antimotines desalojaron con violencia a normalistas que tenían ocupado un edificio del Congreso del estado para exigir la asignación de plazas docentes.
MG