Una idea que inició el artista Julien de Casabianca y que actualmente personas anónimas son quienes han tomado la batuta y que invita a cualquiera para ser partícipe de esta comunidad, que consiste en algo muy sencillo: tomar la fotografía de una pintura en un museo para imprimir la imagen para pegarla en las paredes de la ciudad y que todos conozcan a estos personajes.
Sin duda, un proyecto sumamente muy creativo que nos incita a acercar el arte a todos, pues el estilo clásico sobresale y causaría la curiosidad de alguien, además de que es muy fácil ser parte de esta comunidad.