Cuando Polly Samson anunció vía Twitter que Pink Floyd estaba de regreso con un nuevo álbum, las voces del pasado se desempolvaron para viajar en el tiempo, para llegar al presente y dibujar una sonrisa en los rostros nostálgicos del rock and roll, para traer consigo el resurgimiento de una conversación que parecía extinta: Pink Floyd ha vuelto.
Al igual que las plumas que se diseminan en el aire, la noticia se esparció sin control por las redes sociales, las revistas, periódicos, programas televisivos y de radio.
El regreso era inesperado, parecía imposible si se considera la muerte de Richard Wright, pero ha sido la necesidad de cerrar el círculo que provocó la partida de Rick, lo que ha despertado a David Gilmour y a Nick Mason para hacer un último proyecto juntos, un homenaje al amigo que se fue, ‘la última y nos vamos’.