El esquema de Mando Único Policial atenta contra el fortalecimiento del federalismo, así como la autonomía de los gobiernos locales para dar protección y salvaguardar a sus municipios, concluyó un estudio de la Centro de Estudios de Opinión Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados.
En el estudio titulado “La implementación del modelo de policía estatal acreditable con mando único coordinado y su incidencia en los municipios mexicanos. Actualización y avances”, se analiza el modelo de policía estatal acreditable como mando único coordinado y su incidencia en algunos municipios del país, a partir de lo establecido en el artículo 21 constitucional.
En el documento se detalla que el mando único contraviene al sistema formal de competencias, el cual se adoptó en materia de seguridad pública mediante la reforma constitucional de 1994.
El Centro de Estudios destacó que la unificación de todas las corporaciones policiales bajo una sola autoridad impide el fortalecimiento de las capacidades y liderazgos de los gobiernos estatales que ayuden a favorecer el clima de seguridad y convivencia.
Resaltó que se debe operar la verificación de las fuerzas de seguridad estatal y municipal en rubros como el conocimiento, equipamiento, salarios, régimen disciplinario, capacitación, marco jurídico, requisitos de ingreso, entre otros aspectos que integran las instituciones policiales.
“En ese sentido, se percibe que la unificación de todas las corporaciones autoritarias bajo una sola autoridad, está dirigido en un sentido contrario al internacionalmente dominante”, insiste.
El estudio, realizado por Marisol Luna Leal, catedrática de la Universidad Veracruzana, se analiza tres ejes fundamentales del mando único que son la transgresión al sistema de competencias en materia de seguridad pública establecido en la Constitución Política, el debilitamiento de la figura municipal y la generación de conflictos jurisdiccionales por los recurrentes despidos o ceses de los policías estatales.
Entre las concusiones del ensayo, la autora señala que el control de las decisiones sobre las fuerzas armadas recaídas en una sola persona y el apego a prácticas antidemocráticas que fluyen en múltiples afluentes del país, convierten a la situación de seguridad en sumamente delicada.
Resaltó que el uso de la fuerza pública por sólo una fuerza policial podría atentar contra los derechos políticos de los mexicanos y el sistema democrático del país, asimismo coincide con quienes sostienen que a las policías municipales se les debe capacitar, reconocer e incrementar sus salarios por que son quienes conocen de primera fuente lo que ocurre en su territorio y tienen además, la facultad de participar en la articulación de las políticas urbanas y sociales en respuesta a las causas o factores que explican.
MG
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