A pregunta expresa de un reportero sobre si el gobierno federal evalúa la posibilidad de utilizar las fuerzas del orden para restablecer la paz que se ha visto afectada por los actos de violencia que se registran en Iguala, Guerrero y zonas circunvecinas, así como en el DF y otras ciudades del país, el presidente Enrique Peña Nieto respondió con un No, pero sí…
Dijo el primer mandatario, al regreso de su gira por Asia: “No dejaremos de agotar toda instancia de diálogo, de acercamiento y de apertura para evitar el uso de la fuerza para restablecer el orden. Es el último recurso, pero el Estado legítimamente está en facultad de hacer uso del mismo cuando se ha agotado cualquier otro mecanismo para establecer el orden. Yo aspiro, y espero, que no sea el caso de lo que el gobierno tenga que resolver o no lleguemos a este extremo de tener que hacer uso de la fuerza pública”.
Peña Nieto hizo un llamado a no hacer de este momento de pena y de dolor por el que pasan los padres de familia de los desaparecidos en Iguala, una bandera de otras causas que concite a la violencia y al desorden. Lamentó los distintos eventos cargados de violencia registrados la semana pasada. Reiteró que entiende el dolor y la consternación que han causado a toda la sociedad mexicana los hechos que, lamentablemente, ocurrieron en Iguala, y más, después del informe que rindiera el procurador General de la República… “Pero también tengo muy en claro que esto de ninguna manera puede convocar a la violencia”, agregó.
“Si lo que buscamos es encontrar solución, si lo que demandamos es justicia y que los responsables de estos hechos paguen por los mismos, les sea aplicada la ley en todos sus términos, esto no puede ser a través de actos de violencia o de vandalismo, y más cuando afectan derechos de terceros. El gobierno de la República lo único que ha procurado es precisamente hacer justicia… A quienes hay que condenar por estos hechos son a los criminales; a quienes hay que señalar y condenar son, precisamente, a los responsables de estos actos abominables, y es en lo que venimos trabajando. Pero esto, sin duda, se complica cuando quienes expresando solidaridad, lo hacen fuera del orden”, expuso el primer mandatario.
Por su parte, los observadores apuntan: En efecto, los grupos violentos crecen y se multiplican, pero crece también la indignación entre los ciudadanos de a pie, que son la inmensa mayoría. Harían bien en recordar los neopriistas que dentro de siete meses -el 7 de junio de 2015- esos millones de indignados irán a las urnas para votar en las elecciones intermedias.
Entonces, el gobierno federal priista tendrá la triste oportunidad de comprobar que un alud de mexicanos y mexicanas depositará bonitos votos de castigo en contra de los reformadores estructurales del siglo XXI, que no han sabido, no han querido o no han podido hacer frente a su indeclinable responsabilidad de hacer uso legal, legítimo y constitucional de la fuerza pública para mantener el orden y la tranquilidad en el país.
AGENDA PREVIA
Por cierto que el senador Emilio Gamboa se refirió a la gira del presidente Peña Nieto por Asia y subrayó que ésta permitió alcanzar una asociación estratégica integral que se traduce para México en nuevas inversiones -como los 14 mil millones de dólares anunciados la semana pasada durante la visita de Estado a China-, para generar empleos, hacer producir a las empresas y así continuar con el crecimiento económico que permitió marcar al mes de octubre como el de mayor generación de empleos formales de los últimos años. En tanto, el mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) nos permite posicionar a México en un mercado estratégico, cuyo volumen de intercambio comercial asciende a los 600 mil millones de dólares.
Dice el diputado Manlio Fabio Beltrones que el Presupuesto de Egresos 2015 tiene un destino claro: Lograr que México consiga un mayor crecimiento económico con mejores empleos, estabilidad financiera y beneficios concretos para las familias. Por eso se privilegió el gasto de inversión con un aumento de 26% y la atención de las necesidades sociales, esto último con la perspectiva de transformar los programas asistenciales en programas productivos y de becas, subrayó. ¡Ojalá y esos buenos deseos se conviertan en realidad!, exclaman los más pobres de los pobres.