BOGOTÁ. En una declaración que dio pasada la medianoche del domingo, después de reunirse con la cúpula militar en Bogotá, el presidente dijo que el viaje de los negociadores del Gobierno a la capital cubana, que estaba previsto para el lunes (ayer) será suspendido.
“Mañana viajaban los negociadores de paz a una nueva ronda de negociaciones en La Habana. Les voy a decir a los negociadores que no viajen y que se suspende esta negociación hasta tanto no se aclare y se liberen estas personas, de manera que mañana (lunes) no viajan los negociadores a La Habana”, expresó el jefe de Estado.
La decisión fue tomada tras confirmar el secuestro del brigadier general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Titán, una unidad especial de lucha contra la guerrilla, perpetrado el domingo por las FARC cuando visitaba vestido de civil Las Mercedes, un remoto caserío a quince kilómetros de Quibdó, capital del Chocó (oeste), según confirmó en una rueda de prensa el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
Junto con el oficial fueron secuestrados el cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego, coordinadora de proyectos especiales del Ejército para el Chocó, con quienes abordó una lancha para desplazarse por el río Atrato, sin llevar a su escolta personal a una zona de fuerte presencia guerrillera, confirmó el ministro.
En su declaración, Santos reiteró que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fueron las autoras del secuestro, que según dijo previamente el ministro, fue cometido al parecer por hombres del frente 34 de esa guerrilla que opera en el Chocó, un departamento en su mayor parte selvático.
Por esa razón ordenó que su equipo negociador, que el martes tenía previsto comenzar en La Habana el ciclo 31 de los diálogos, centrado en el tema de víctimas, aplazar el viaje de este lunes y suspender la negociación, justo dos días antes de que se cumplan dos años del proceso de paz que comenzó el 19 de noviembre de 2012.
Santos dijo además que “hay una serie de circunstancias (del secuestro) que tienen que aclararse, que queremos que se aclaren”.
Entre esas circunstancias mencionó el “por qué estaba el general Alzate de civil, por qué le dijo a sus escoltas que no lo acompañaran, por qué se desatendió la advertencia del lanchero para que no fueran río abajo tan lejos”.
Esto debido a que según el informe del soldado que pilotaba la lancha, en un determinado punto del recorrido le advirtió al general de que se estaban alejando mucho de Quibdó y que era mejor regresar porque la zona era muy peligrosa, pero el oficial ignoró la advertencia y le mandó detenerse más adelante, en Las Mercedes, donde poco después de llegar fue secuestrado con sus acompañantes.
“Estaremos pendiente en las próximas 24 horas de la evolución de estos acontecimientos, del resultado de las investigaciones que el señor ministro (de Defensa) pueda hacer en el día de mañana (lunes) y de la evolución de las explicaciones que nos puedan dar sobre qué fue lo que pasó” en el Chocó, concluyó el presidente Santos.
El ministro de Defensa viajó al Chocó para coordinar las acciones que buscan dar con el paradero del general y los otros dos secuestrados, para lo cual ya llegó a la zona la noche del domingo el comandante del Ejército, general Jaime Lasprilla.
FARC califica al secuestro de boicot
Las FARC señalaron en un editorial publicado en una web que el general Rubén Darío Alzate se entregó a “un supuesto comando” guerrillero y afirmaron que existe un boicot para acabar con el proceso de paz que se lleva a cabo en La Habana.
“La sospechosa y poco clara entrega del “chacho” de la guerra contrainsurgente imperial en Colombia, el general Rubén Darío Alzate, ha llevado al presidente (Juan Manuel) Santos a suspender las conversaciones en La Habana”, dice el editorial publicado en Anncol, un medio digital manejado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Una vez más el anhelo de paz de los colombianos (…) se ve frustrado, dejando en claro que la estrategia del garrote y la zanahoria o de negociar en medio de las balas (…) ha fracasado, sometiendo al país a una incertidumbre deletérea”, señala el texto titulado “Es el conflicto, ¡estúpido!”.
En su primera reacción pública a la suspensión del diálogo de paz anunciado por el Gobierno colombiano tras confirmar este domingo que el general Alzate fue secuestrado por la guerrilla en el departamento del Chocó (oeste), las FARC sostienen que hay algo deliberado en lo que califican como “entrega” del militar.
El editorial habla así de un supuesto boicot al proceso de paz y acusan de estar detrás del mismo al expresidente Álvaro Uribe, quien dio la primera versión de los hechos el domingo, incluso antes que el propio Gobierno.
Las FARC hacen hincapié en esa “sospechosa” primera versión de Uribe y en el hecho de que el general se subiera “prácticamente solo” a una pequeña lancha y llegase a “un perdido caserío ribereño del río Atrato donde lo están esperando escondidos en unos ranchos de paja unos cuantos guerrilleros de las Farc para retenerlo y precipitar la ruptura de los diálogos de la Habana”.
El texto remarca que eso es una “estupidez” y que “no es concebible de un mambrú condecorado como Alzate”.
Ante la incertidumbre que rodea al secuestro del general del Ejército y a sus dos acompañantes, un soldado y una abogada, el ministro Pinzón se trasladó a Quibdó para dirigir desde la capital del Chocó (oeste del país) los operativos y las investigaciones del caso.
El domingo por la noche, tras conocerse el suceso, el presidente Santos anunció una suspensión de los diálogos de paz que se llevan a cabo en La Habana desde hace dos años.
De combatiente a rehén
El general del Ejército Rubén Darío Alzate Mora tiene 55 años, y comanda la Fuerza de Tarea Titán, una unidad especial de lucha contra la guerrilla. El domingo fue secuestrado cuando estaba de civil y sin escoltas en la remota localidad de Las Mercedes, en el departamento del Chocó, junto con otro militar y un civil.
Alzate Mora es oriundo de la ciudad de Palmira, en el departamento del Valle del Cauca, pertenece al arma de caballería, y desde enero de este año dirige la Fuerza de Tarea Titán, cuyo teatro de operaciones es el oeste del país, en especial la zona selvática del Chocó, donde fue secuestrado.
Fue director nacional del Gaula Militar, una unidad especializada en la lucha contra el secuestro y la extorsión en las zonas rurales, comandante del Grupo de Caballería Mecanizado General Rincón Quiñónez, director de la Escuela de Caballería, comandante de la Brigada Móvil No.17 y director de Proyectos Especiales del Ejército Nacional.
El 9 de enero de 2014, recibió de Santos y del mando militar en Quibdó, la capital del Chocó, el mando de la recién creada Fuerza de Tarea Conjunta Titán, que trabaja en coordinación con la Armada Nacional y la Fuerza Área Colombiana.
“Usted debe encargarse de que efectivamente esa Fuerza de Tarea se comporte como un Titán en resultados”, dijo Santos al general Alzate al confiarle el mando de esa unidad militar, la número 11 de las Fuerzas de Tarea Conjuntas de las Fuerzas Armadas.
Durante su gestión al frente de la Fuerza de Tarea Titán, el general Alzate se ha caracterizado por la promoción de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en foros en los que ha participado junto con el representante en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Todd Howland.