WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó de manera “contundente” el “horrendo” ataque terrorista contra una sinagoga de Jerusalén, que causó seis muertos y varios heridos, entre ellos tres ciudadanos con doble nacionalidad israelí y estadounidense.
“No hay y no puede haber justificación para estos ataques contra civiles inocentes”, indicó Obama a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca.
Obama subrayó que, en este “momento delicado en Jerusalén, es sumamente importante que los líderes israelíes y palestinos, los ciudadanos de a pie cooperen juntos para rebajar las tensiones, rechazar la violencia y buscar un camino hacia la paz”.
Asimismo, precisó que “las oraciones de los estadounidenses están con las víctimas y los familiares de los fallecidos y heridos en este horrendo ataque”.
Las víctimas fueron identificadas por las autoridades como Mosheh Twersky, Aryeh Kupinsky y Cary William Levine, con doble nacionalidad estadounidense-israelí; y el británico-israelí Avraham Shmuel Goldberg.
Todos ellos eran rabinos que participaban en el rezo matutino de una sinagoga situada en el barrio de Har Nor, en Jerusalén Oeste.
Los dos palestinos responsables del ataque, que causó igualmente ocho heridos de diversa consideración, fueron abatidos por las fuerzas policiales israelíes tras atacar a las víctimas con cuchillos, hachas y armas de fuego, según informó la Policía.
Se trata del ataque más sangriento registrado desde 2008 en la ciudad santa. DE