RIQUEWIHR, Francia. Región emblemática de la gastronomía francesa, Alsacia es símbolo de una vitivinicultura con carácter, con identidad, con una historia que trasciende el pasado y se desenvuelve de manera dinámica en los andares de la modernidad. Suelo, paisaje, clima, vivencias colectivas e individuales, transiciones de nacionalidad y una voluntad sólida para conformar una industria competitiva a nivel mundial, sin perder su perfil artesanal, distinguen a esta tierra de paisajes idílicos y mesas cotidianas que siempre invitan al goce.
Riquewihr, pueblo arquetípico de Alsacia, con sus callejuelas, sus torreones, su espectacular campanario desde el cual se domina un escenario brillante marcado por viñedos, es hogar ancestral de importantísimas bodegas, como es el caso de Hugel, fundada en 1639. La familia Hugel pertenece a la Premium Familiae Vinum, una asociación que reúne a algunas de las dinastías más prestigiadas del mundo vitivinícola, promoviendo además los valores de los productores de vino familiares.
“Hugel sigue siendo una empresa 100% familiar: la propiedad y la dirección recae sobre la 12ª generación. Somos propietarios de 30 hectáreas de pago de excelente calidad, la mayoría clasificado como Grand Cru. También adquirimos uvas de otras100 hectáreas cultivadas sobre contrato. En los viñedos de Hugel solo se han plantado variedades nobles de uvas alsacianas, con viñas que tienen una media de edad de 35 años”, refiere Etienne Hugel, uno de los herederos de la firma y quien junto con Jean-Philippe y Marc Hugel tiene actualmente la responsabilidad de la firma.
Una casona en el más puro estilo alsaciano alberga las oficinas e instalaciones de Hugel & Fils. La tranquilidad del entorno no es un indicador del gran movimiento de producción y comercialización que ahí se realiza. La producción de Hugel alcanza una media de 110 mil cajas al año, de las cuales cerca del 90% se exporta a más de 100 países.
En Alsacia se han cultivado vides desde hace más de 2 mil años, siendo esta actividad un pilar importante de la economía de la región. Alsacia, la segunda región vitivinícola más seca de Francia, tiene un clima único que permite que las uvas maduren con más tiempo, dando por resultado vinos secos y aromáticos de gran fineza e intensidad inigualable: una combinación perfecta para la mayoría de las cocinas orientales y asiáticas.
“La presencia que tenemos en el mundo muchas veces determina que Alsacia sea sinónimo de Hugel. Nuestros vinos, con sus distintivas etiquetas amarillas, expresan el puro carácter varietal de Gewurztraminer, Riesling, Pinot Gris, Moscatel y Pinot Blanc, ninguno de los cualespermite ‘maquillar’ la crianza o la edulcoración.
“La familia Hugel fue pionera en la crianza de vinos de Alsacia de cosecha tardía, Vendange Tardive y Sélection de Grains Nobles, y redactó la ley que gobierna su producción. Nacida a partir del respeto a estos vinos tan especiales y con la determinación de garantizar su calidad y autenticidad, esta ley es la más estricta de todas las regiones vitivinícolas con denominación de origen controlada (AOC) de Francia”, refiere Etienne.
Bajo su guía disfrutamos en el salón de catas de Hugel, decorado con antiguos implementos agrícolas de la región, de algunas de las grandes expresiones de la familia. El Gentil Hugel 2012, una combinación de Muscat, Sylvaner y Gewurztraminer: seco, muy fácil de beber; el Sylvaner Hugel 2012, de franca acidez y una especial expresión aromática que invita a gozar con cocina del mar; el Pinot Noir 2010, de estilo ligero, con profunda expresión de frutos rojos, especialmente de frambuesa, “muy popular en Brasil”, advierte Etienne; el Riesling Hugel 2012, un vino expresamente gastronómico, un vino para disfrutar con la comida, en la más pura expresión de la filosofía Alsace. Por supuesto no puede faltar la presencia impecable de los Gewurztraminer, sin faltar los Vendange Tardive y Sélection de Grains Nobles.
“A nivel mundial, somos mejor conocidos por nuestra Gewurztraminer. Pero creemos que nuestros más grandes vinos son a partir de nuestra Riesling. Ahora que entre los dosfrancamente es imposible elegir, sucede como con mis dos hijos. Los vinos son diferentes y el entorno de consumo es muy distinto.Con pescados, mariscos o langosta voy a elegir invariablemente un Riesling. El Gewurztraminer ofrece deslumbrantes sintonías con la cocina asiática. Michel Bettane dijo que la Riesling es el más formidable uva de vino blanco en el mundo; por otro lado, la ‘Gewurz’ alsaciana es un referente único a nivel global”, refiere Etienne.
La villa de Riquewihr data de la Edad Media. Bajo una edificación del siglo XVI, en pleno corazón de la población, se encuentran las bodegas. En ellas se conservan barricas de centenaria historia, además del famoso tonel “S. Caterine”, de 1715, calificado como el tonel en uso más antiguo del mundo, de acuerdo con el libro Guiness de récords.
Sin embargo la presencia de Hugel no solo se sustenta en su valor histórico como bodega. En paralelo, han trabajado en aspectos innovadores, como la elaboración de un nuevo tapón que resolviera el problema de la contaminación del corcho, o ‘cork taint’.
“Tras años de intensa investigación, se presentaron los corchos DIAM para ayudar a erradicar este problema. Esta nueva tecnología elimina todos los TCA, la sustancia que provoca la contaminación del corcho, sin interferir en la calidad del vino. Los corchos DIAM también garantizan la consistencia de las botellas y permiten que el vino se desarrolle como debe ocurrir con un corcho natural”, explica.
“Somos parte y esencia de una tradición, expresión de una tierra y un oficio que se ha mantenido y ha evolucionado a través de los siglos. Alrededor del 90% de nuestra producción se va al extranjero, lo cual es un importante indicador del grado de competencia que nos distingue. Confiamos en que en este siglo, los vinos de Alsacia recuperarán la reputación que disfrutaban cuando se fundó el negocio familiar en 1639. En aquellos tiempos, eran los vinos mejor valorados de Europa”, precisa Etienne Hugel.