El nuevo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, aseguró que llegó al cargo con el objetivo de ser un ombudsman “incómodo” para las autoridades, los partidos y los poderes facticos.
“Entendamos esa incomodidad como lo dije, como un ejercicio de la autonomía del ombudsman, independencia del poder público, independencia de las autoridades, de los partidos políticos, y desde luego de cualquier poder factico y de cualquier organización”, aseguró González Pérez.
Al dar su primer mensaje público como presidente de la CNDH, reconoció que México pasa por una crisis en derechos humanos, por lo que la única manera de salir de ella es con acciones inmediatas y efectivas para la impartición de justicia que solicita la sociedad.
“La situación de los derechos humanos en México atraviesa un periodo de crisis ante el cual nuestra sociedad demanda acciones inmediatas y efectivas que den cauce y respuesta a sus reclamos de justicia, legalidad y respeto pleno a la dignidad humana”.
“Una de las principales tareas que enfrento es en la credibilidad hacia la institución que encabezo, y la única forma de demostrarlo es en los hechos, en ganarme la confianza y la credibilidad como ombudsman es a partir del contacto con las víctimas”, afirmó.
Electo por el Senado de la República la semana pasada, González Pérez se venía desempeñando como abogado general de la Universidad Nacional Autónoma de México. Fue el domingo pasado cuando asumió el cargo de manera formal y prometió estar al lado de las víctimas; para ello, el nuevo ombudsman va por el fortalecimiento del Área de Seguimiento de Recomendaciones de la Comisión, para que estas sean cubiertas por completo por las autoridades.
Durante la gestión de su antecesor, Raúl Plascencia Villanueva, del 16 de noviembre de 2009 al 15 de noviembre de 2014, la CNDH emitió 417 recomendaciones, de las cuales 20 no fueron aceptadas.
El presidente de la CNDH aseguró que no temerá usar las facultades que le da la Constitución para seguir las recomendaciones, como es la de llamar a comparecer al Senado a aquellos funcionarios que no las aceptan, esto para que públicamente expliquen porque rechazan las recomendaciones.
Otra de las facultades que ejercerá de manera inmediata es la de proponer nuevas leyes a favor de los derechos humanos, en particular sobre las desapariciones forzadas.
“Parte de lo que vamos a impulsar es la tipificación homologada, si el término me lo permite, con los estándares internacionales de la figura de la desaparición forzada, que haya uniformidad con los tipos penales de las entidades federativas con el tipo penal que está en los instrumentos internacionales”, añadió.
Revisará casos de Iguala y Tlatlaya
Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pedirá una revisión de los casos de Iguala, Guerrero, donde murieron asesinadas seis personas y desaparecieron 43 normalistas, y de Tlatlaya, Estado de México, donde militares ejecutaron a 22 civiles.
“He solicitado un informe pormenorizado sobre el avance de las investigaciones (del caso Iguala), de las dificultades que se han enfrentado y del seguimiento a las medidas cautelares dictadas. Con base en ello se dará continuidad y, en su caso, se reorientará la investigación correspondiente”, aseguró.
Además, el ombudsman anunció que buscará una reunión con los familiares de las víctimas para hablar del caso Iguala y responder las inquietudes que pudieran tener, aunque eso sólo será en caso de que ellos acepten, pues el diálogo apenas es con sus representantes legales.
Sobre el caso Tlatlaya, la investigación será sobre la actuación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y del seguimiento de la Recomendación 51/2014 emitida contra la Secretaría de la Defensa Nacional, la Procuraduría General de la República y el Gobierno del Estado de México.