Entonces, artistas mexicanos, jóvenes, montan la puesta en el teatro Sergio Magaña de la Santa María la Ribera, un barrio enigmático que cobija perfecto la danza potente de Dionisia Fandiño y Marisol Cal.
La puesta muestra el concepto de la plañidera y la importancia del finado, esta actividad se medía en lacrimatorios –pequeños recipientes en los cuales las plañideras vertían sus lágrimas– y que se depositaban en las fosas fúnebres.
A partir de estas figuras femeninas surge en la mente de Fandiño la idea de crear un juego dancístico para dos bailarinas, en el que se plasma la rivalidad entre dos plañideras que coinciden en el mismo funeral.
Buenas ejecuciones, la danza es poderosa, un trío de jazz de
El montaje es bueno, las actrices lo hacen muy bien. Siempre coordinadas, hacen cada movimiento al unísono, siempre precisas.
Es una pieza coreográfica de Dionisia Fandiño. Un lamento misterioso. Una comunión con signo de la muerte. Un pacto de lágrimas.
El diseño de escenografía, vestuario e iluminación lo realizó Mauricio Ascencio. La música original es de León F. Tapia y la interpretan Los centauros del Olimpo.
La obra “Las Plañideras” está en el teatro Sergio Magaña, los martes a las 8:00 pm vale la pena darse el rol.