NACIONES UNIDAS. El Consejo de Seguridad de la ONU llamó hoy a todos los países a combatir al Estado Islámico (EI) también en internet, contrarrestando el uso que hace de la red para atraer combatientes, y advirtió con castigos a todos aquellos que compren petróleo al grupo yihadista y faciliten así su financiación.
Los miembros del Consejo, reunidos en una sesión especial con la presencia de varios ministros de Exteriores, aprobaron una serie de recomendaciones para tratar de frenar el avance del yihadismo, en especial en Irak y Siria.
Entre ellas aparece la necesidad de cortar las vías de financiación del EI y del Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, sobre todo frenando el tráfico de petróleo procedente de los campos que tienen bajo su control.
Según un informe de la ONU, el EI podría obtener entre 846,000 y 1,6 millones de dólares al día por la venta de crudo.
Por ello, el Consejo de Seguridad recordó hoy que todos los países deben asegurar que no se pongan recursos a disposición de los grupos terroristas, incluyendo a través del comercio de petróleo.
En ese sentido, pidió a todos los Gobiernos que incauten los cargamentos siempre que tengan motivos para creer que proceden de instalaciones en manos del EI y otros grupos yihadistas, y lo comuniquen a los expertos de las Naciones Unidas.
El Consejo de Seguridad advirtió además que considerará de inmediato sanciones a quienes participen en esas actividades y anunció que analizará “medidas adicionales para desmantelar esta fuente de financiación”.
Entre ellas, estudiará la posibilidad de prohibir la transferencia de productos petroleros desde y hacia territorio controlado por los yihadistas.
El Consejo también urgió a tomar medidas para frenar el tráfico de antigüedades y piezas de arte, otra de las vías que utiliza el EI para financiarse.
Esas ideas llegan a propuesta de un grupo de expertos de la ONU que en los últimos meses ha investigado en profundidad a la organización y que ha advertido en un informe que, incluso sin nuevas adquisiciones, el EI cuenta con armamento suficiente para luchar durante los próximos dos años.
Según el texto, incluso si los ataques aéreos liderados por Estados Unidos acaban con los equipos pesados de los yihadistas, estos seguirán disponiendo de un amplio arsenal de armas ligeras.
Fuera del ámbito militar, el máximo órgano de decisión de la ONU expresó además su “preocupación por la creciente utilización por los terroristas y sus partidarios de la tecnología de las comunicaciones” para impulsar la radicalización.
Por ello, pidió dar un paso adelante en la lucha contra los extremistas en internet, tanto de forma concreta para evitar el reclutamiento de combatientes, como de un modo más general para dar respuesta a su propaganda.
El Consejo recomienda así la “elaboración de mensajes que contrarresten con eficacia la retórica del terrorismo”, siempre respetando los derechos humanos y las libertades fundamentales.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dejó claro en su intervención que la lucha contra el terrorismo debe ir más allá de lo militar y dar respuesta a las raíces que han permitido el auge del extremismo.
“Mirar a estas cuestiones sólo a través de una lente militar ha demostrado sus límites”, señaló Ban, quien insistió que en la situación en Irak y Siria no es un simple problema de seguridad, sino también un desafío político y de desarrollo.
En una línea similar se pronunció el canciller argentino, Héctor Timerman, que pidió que sea la propia ONU la que lidere la respuesta contra el terrorismo y quien recordó que la vía militar “ha mostrado sus limitaciones y fracasos”.
La ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, presidió la reunión y propuso que las Naciones Unidas nombren a un responsable que se encargue de construir “un mensaje coherente, coordinado y estratégico para contrarrestar el avance del extremismo violento” en todo el mundo.
“Tenemos que privar a las organizaciones terroristas de combatientes, de financiación y de legitimidad”, subrayó Bishop, cuyo país participa en los ataques aéreos contra el EI.
Estados Unidos, que lidera esa campaña, aseguró que el grupo “no sólo amenaza la seguridad global”, sino que su “crueldad (…) amenaza los valores sobre los que se fundó la ONU” y a todas las comunidades.
“Sus horribles masacres de suníes, chiíes, kurdos, cristianos y otras minorías demuestran que el EI no salva a ningún grupo de su agenda asesina”, recordó el representante estadounidense en la sesión, David Pressman. de