BUFFALO. Los temores de una catastrófica inundación a causa del veloz derretimiento de una capa de nieve de 2.10 metros que cubría el área de Buffalo disminuyeron este lunes, sin embargo, continúan fuertes las amenaza por los fuertes vientos porque podrían derribar árboles y cables de electricidad.
Los expertos del clima, por su parte, defendieron al Servicio Meteorológico Nacional de las críticas del gobernador Andrew Cuomo, que acusó a la agencia de no anticipar la gravedad de la intensa nevada que cayó sobre Buffalo.
Cuomo, quien se encuentra en la región por sexto día consecutivo, dijo que ya fueron instaladas bombas y bolsas de arena que dispuso el estado debido a que la nieve se derretía con rapidez por la lluvia y temperaturas de unos 15 grados centígrados (60 F).
Los habitantes, que llevaban puestas camisetas, retiraban nieve con palas en un paisaje blanco.
Alrededor del mediodía fueron reportadas inundaciones de menores a moderadas cerca de diversos arroyos, pero las casas próximas no fueron afectadas y las alcantarillas en Buffalo y otras partes desalojaban las corrientes.
En el área de Buffalo cayeron entre 30 centímetros y unos 2.25 metros de nieve, dependiendo de los lugares más afectados por las bandas de nieve procedentes del lago Erie.
Los meteorólogos dijeron que el peligro de inundaciones durará hasta el miércoles en la mañana.
“Desde este momento, la situación no es tan problemática como podría haber sido”, declaró Cuomo un día después de que recomendara a los habitantes que empacaran algunas pertenencias en caso de que tuvieran que desalojar sus casas.
“Pero reiteramos, continuará la incertidumbre hasta que sepamos cabalmente qué nos depara la Madre Naturaleza para el resto de la jornada y para mañana”, agregó.
La nueva amenaza, dijo, es el viento —ráfagas de hasta 104 kph (65 mph)— con la fuerza para arrancar árboles de suelo flojo y causar la interrupción de la energía eléctrica, necesaria para el funcionamiento de las bombas que los dueños de casas tienen en los sótanos.
David Fruehauf salió temprano a retirar hojas de una alcantarilla que capta agua de lluvia frente a su casa en el suburbio de Orchard Park, y señaló que estaría alerta ante el derretimiento de la nieve.
AH