El juez federal Juan Carlos Ramírez Gómora analiza desde el sábado el caso presentado por la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de 11 personas acusadas de varios delitos cometidos en el marco de la movilización social del pasado 20 de noviembre, para definir si inicia un juicio en su contra o si los libera.

 

Las acusaciones quedaron abiertas en el expediente 45/2014A, radicado en el Juzgado 17 de Distrito en Xalapa, Veracruz, y es por delitos cometidos en flagrancia, concretamente homicidio en grado de tentativa, asociación delictuosa y motín, señalaron autoridades federales.

 

Ramírez Gómora cuenta con un plazo inicial de 72 horas, que vence el próximo martes, para definir la situación de los detenidos, aunque dicho plazo puede ampliarse a 144 horas si así lo define la defensa de los acusados.

 

El juez tiene tres opciones respecto a la situación de los acusados: dictar el auto de formal prisión tal como está la acusación; reclasificar o eliminar delitos si considera que alguno fue mal valorado por el Ministerio Público e igual iniciar el proceso; o decretar el auto de libertad si considera que no hay pruebas para sustentar un eventual juicio.

 

Las determinaciones anteriores pueden además ser diferenciadas, es decir, que algunos de los acusados sí queden bajo proceso por todos o algunos delitos, y otros sean liberados.

 

Entre las personas acusadas por este caso están ocho hombres Roberto César Jasso Del Ángel,  Ramón Domínguez Patlán,  Hugo Bautista Hernández, Atzín Andrade González, Juan Daniel López Ávila, Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García Martínez y Laurence Maxwell Ilabaca, este último de nacionalidad chilena.

 

El resto son tres mujeres Hillary Analí González Olguín, Lilian Garduño Ortega  y Tania Damián Rojas, quienes fueron llevadas al penal de Tepic, Nayarit.

 

Si el proceso continua en el juzgado mencionado, algo que también deberá valorar el juez luego de definir la situación judicial de las personas consignadas, las audiencias de las mujeres se realizarían por el sistema de videoconferencias o vía exhorto con el apoyo de un juzgado en Nayarit.

 

Delitos graves

 

Dos de los delitos de los que fueron acusados los 11 detenidos, según lo dado a conocer por la PGR, son considerados graves, lo que no permitiría a quienes sean procesados que alcancen libertad bajo fianza, a menos que el juez los reclasifique por otros menos graves.

 

El delito de asociación delictuosa, según el Artículo 164 del Código Penal Federal, hace referencia a una asociación o banda de tres o más personas con el propósito de delinquir, y se sanciona con penas de 5 a 10 años de prisión. No alcanza fianza.

 

El homicidio simple, de acuerdo con el Artículo 307 del mismo código, se castiga de 12 a 24 años de cárcel. Por ser en grado de tentativa ameritaría la pena mínima pero igual es grave y no permite libertad bajo caución.

 

El menos grave de los ilícitos es el de motín, que es cometido, según lo descrito en el artículo 131, por aquellos que se reúnan tumultuariamente y perturben el orden público con empleo de violencia. También son responsables aquellos que “amenacen a la autoridad para intimidarla u obligarla a tomar una decisión”.

 

Cabe recordar que los hombres detenidos se encuentran presos en el  Centro Federal de Readaptación Social No. 5 “Oriente”, ubicado en Villa Aldama, Veracruz; mientras que las mujeres fueron enviadas al Centro Federal Femenil “Noroeste”, ubicado en Tepic, Nayarit. Ambos son penales de máxima seguridad.

 

Delitos imputados por PGR

 

* Asociación delictuosa:  5 a 10 años cárcel. 100 a 300 salarios multa

* Motín: 6 meses a 7 años cárcel. Multa 5 mil pesos

* Homicidio (grado tentativa): 12 años de prisión

 

Detenciones abren nuevo frente para protestas

 

La represión de manifestantes y el encarcelamiento de 11 personas enviadas a prisiones de máxima seguridad, después de la manifestación del pasado jueves, abrió un frente más en las movilizaciones sociales surgidas a partir de la desaparición de 43 normalistas y los asesinatos del caso Iguala.

 

En conferencia de prensa, estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos anunciaron que esta semana comenzarán a emprender acciones y movilizaciones, sin especificar cuáles, a favor de los detenidos a quienes reconocieron también como estudiantes.

 

“Es para dar el apoyo, vamos a seguir con estas actividades y a duplicar el esfuerzo y el trabajo porque ahora no sólo son los desaparecidos de esa noche, también 11 los compañeros de varias escuelas que ahora son presos políticos”, señaló Dante Hernández Castrejón, estudiante normalista, en conferencia de prensa en las instalaciones de la Sección 9 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la capital del país.

 

Después de la marcha de los tres puntos (Ángel de la Independencia, Monumento a la Revolución y Plaza de las Tres Culturas), que se convocó en Twitter y Facebok con el hashtag #20NovMX, 11 personas fueron arrestadas y procesadas por motín, asociación delictuosa y homicidio en grado de tentativa.

 

Desde el sábado se informó que los detenidos habían sido trasladados a penales de máxima seguridad en Veracruz y Nayarit, después de las agresiones sufridas por ambos bandos: de policías a manifestantes y viceversa.

 

A los reclamos por la desaparición de los normalistas también se ha sumado la Asamblea General Politécnica (AGP), que lidera el conflicto estudiantil en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Asamblea Interuniversitaria (que agrupa a jóvenes de la UAM, la UNAM y el Poli) y reclama la intervención de agentes de investigación del DF en la UNAM.

 

Los normalistas reclamaron que el exalcalde de Iguala José Luis Abarca, haya sido trasladado con medidas que calificaron como “cómodas” y mínima seguridad, mientras que los manifestantes del jueves pasado hayan sido tratados como criminales.

 

Los jóvenes reconocieron que algunos de los manifestantes sí cayeron en las provocaciones de personas que ni siquiera iban en la marcha.

 

“Los que comenzaron son gente que no iba en la marcha, son infiltrados y por increíble que parezca es una realidad en la cual vivimos precisamente para causar alboroto y los compañeros caigan en la provocación”.