La obra de teatro La fierecilla tomada sin duda tiene una gran escenografía y un bello vestuario, pues los productores Memo Wiechers y Juan Torres le invirtieron a esta puesta en escena.

 

Hay varios puntos que me gustaría destacar:

 

– Qué bien canta Chantal Andere, entonada y con potencia en la voz, simpática en su papel y con unos vestidos muy lindos.

 

columna fierecilla tomada

 

– Hay un número de tap que hacen Mauricio Martínez y Eduardo Ibarra que vale la pena ver, al igual que una escena donde Mauricio patina en cuatro ruedas.

 

– Las tablas de Héctor Bonilla sobre el escenario se notan, él va narrando todo lo que pasa en la obra y describe qué le gusta y qué odia de las comedias musicales.

 

– El colorido en el escenario es importante, es una obra alegre, que te hace pasar un buen rato, no es pretenciosa, no es complicada, una anécdota sencilla que entretiene.

 

– Tiene un gran elenco, pues además de los ya mencionados están Norma Lazareno, Ari Telch, Jacqueline Andere y Roberto Blandón.

 

– Blandón tiene un personaje muy simpático, que coquetea con el de Andere, quien siempre está con sus copitas de más. Su personaje es gracioso y muy lejos de la cordura, pues nunca sabe dónde está, pero eso sí, no deja ir al galán que se le acerca.

 

– El Teatro San Rafael es un espacio cómodo y amplio, aunque lamentablemente no se han llenado las funciones.

 

Acudimos a las 100 representaciones y esperemos que sean muchas más, porque es un gran esfuerzo de la compañía por mostrar una puesta en escena digna y divertida. Daniela Romo fue la madrina y aplaudió la entrega del elenco y la capacidad de crear un espectáculo cada noche, invitó a que la recomienden y a que los mexicanos apoyemos el teatro y acudamos a las salas para ver a nuestros actores.

 

Hay más… pero hasta ahí les cuento.