ASUNCIÓN. Paraguay es un país de “origen, destino y tránsito” para las víctimas de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, declaró la ministra de la Mujer, Ana María Baiardi.
“No podemos decir que hoy haya ningún país exento de esta catástrofe”, señaló Baiardi durante la presentación de un acuerdo de colaboración entre la Unión Europea (UE) y la productora paraguaya Púa Tarará para la difusión en Paraguay del documental español “Chicas Nuevas 24 Horas”, sobre la trata de mujeres.
Según Baiardi, en Paraguay es habitual que el explotador de mujeres no sea “una persona extraña a la víctima”, sino que se presente “como una amistad o un familiar”.
Por su parte, las mujeres suelen ignorar que son víctimas de tráfico de personas hasta que llegan a su país de destino.
La ministra advirtió además de las “nuevas modalidades” de trata de mujeres, que se refieren no sólo a la esclavitud sexual, sino también a la explotación laboral o al uso de personas como “mulas” o traficantes de droga.
En este último caso, Baiardi expresó su preocupación por que las mujeres sean “identificadas como criminales” por narcotráfico, en lugar de como “víctimas” de una red de explotación.
En las cárceles de mujeres de Paraguay, los principales delitos por los que están procesadas las internas son el robo y el tráfico de estupefacientes, según datos del último censo penitenciario.
“Chicas nuevas 24 horas”, dirigido por la documentalista y actriz española Mabel Lozano, aborda el negocio de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en Suramérica y su vínculo con España.
“La trata de mujeres es el tercer negocio más lucrativo del mundo después de los destinados al tráfico de drogas y armas, y mueve unos 32 mil millones de dólares (25 mil 299 millones de euros) al año”, según dijo en una reciente entrevista en Asunción la autora del documental.
La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Onudd) asegura que la trata de personas consiste en reclutar, transportar y retener a una persona mediante el uso de la fuerza, la coerción o el engaño, con el fin de explotarla, no sólo con fines laborales o sexuales, sino también para mendigar o, incluso, para el tráfico de órganos.
Las mujeres representan 70% de las víctimas de trata de personas, según datos del “Informe global de 2014” presentado por la ONU en Viena (Austria) sobre problema.
El documento revela además que una de cada tres víctimas es menor de edad, y señala que en todo el mundo existen 152 países de origen de víctimas de trata de personas y 124 países de destino.