Derivado de la crisis que vive el PRD y por diferencias con la dirigencia actual comandada por Carlos Navarrete, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano presentó ayer su renuncia con carácter de irrevocable al Partido de la Revolución Democrática, el cual fundó en 1989.
En una carta dirigida al Comité Ejecutivo Nacional, señaló que mantiene “profundas diferencias” con los perredistas que actualmente conducen al partido.
Su salida se da después de que la semana pasada, en una carta abierta, exigiera la renuncia de Carlos Navarrete y de que ayer sostuviera un diálogo público con el dirigente.
Considerado como el “líder moral” del sol azteca, Cárdenas manifestó que de permanecer en el partido corre el riesgo de “compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia, en las que no haya tenido cabida la autocrítica”.
El tres veces candidato presidencial dijo que prefiere “correr el riesgo de recibir críticas válidas o no, según se les quiera ver, y optar por decidir de acuerdo a los principios que he sostenido y me han servido de guía en mi comportamiento público y privado”, renunciar al partido que fundara hace 25 años junto a diversos líderes de la izquierda mexicana.
“Quiero aprovechar para expresar a los militantes del partido que esta decisión obedece al propósito de mantener congruencia con mis principios, lo que sólo a mí corresponde y no está para ser sometido a decisión ajena, individual o colectiva que lo haga en función de mayoría y minoría”, indicó el hijo de Lázaro Cárdenas.
Aclaró que sus desacuerdos con la conducción del partido vienen desde hace años, “más allá de aquellos relativos a las coyunturas actuales, había manifestado públicamente, ante instancias de decisión del partido, en diversas ocasiones, desde años atrás”.
La crisis
La crisis del PRD se agudizó desde la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, orquestada por José Luis Abarca, alcalde de Iguala, miembro del sol azteca y operador del cártel de Guerreros Unidos.
Sin embargo, la debacle del sol azteca data desde por lo menos 2004 cuando se dieron a conocer una serie de videoescándalos, en los cuales militantes como René Bejarano y Gustavo Ponce participaban en diversos actos de corrupción.
Las batallas internas entre las diversas tribus perredistas causaron que Nueva Izquierda, una de las corrientes, tomara posiciones de poder hasta ostentar la dirigencia del partido, desde hace más de ocho años, como actualmente sucede con Carlos Navarrete.
Durante años de división, uno de los principales convocantes a la unidad fue Cuauhtémoc Cárdenas. De hecho, ese fue uno de sus argumentos para presentar su renuncia, la tardanza de los líderes del PRD para echar a andar las “medidas que deben adoptarse para recuperar la credibilidad de la organización y de manera especial de sus dirigentes ante la opinión pública, indispensables para lograr su reposicionamiento como una verdadera opción política que sea útil a su país”.
Con la salida de Cárdenas Solórzano, en menos de un año, el PRD se quedó sin sus dos principales líderes, pues en diciembre de 2013, Andrés Manuel López Obrador también presentó su renuncia para fundar un nuevo partido: Morena.
La salida de Obrador representó un fuerte golpe para el perredismo debido a la escisión de militantes que decidieron pasarse a las filas del Movimiento Regeneración Nacional.
Este año no hubo elecciones en el país, por lo cual será hasta 2015 cuando se mida el impacto de la salida de los dos líderes principales. Sin su apoyo, el PRD contenderá por nueve gubernaturas y la renovación de la Cámara de Diputados.
Cuauhtémoc Cárdenas junto a Andrés Manuel López Obrador, en 25 años de historia, fueron los únicos candidatos a la Presidencia que ha tenido la fuerza de izquierda.
En 1988, 1994 y 2000, Cárdenas abanderó a las fuerzas de izquierda, su elección más afortunada fue cuando compitió contra Carlos Salinas de Gortari y obtuvo el segundo lugar de las presencias con 31%. En las siguientes elecciones logró captar un 16% de los sufragios.
Por su parte, López Obrador en 2006 y 2012, con el apoyo de Cárdenas, logró un 35% y 31%, respectivamente.
Sus triunfos
De la mano de Cárdenas, ya sea como parte de la dirigencia o en su calidad de líder moral, el PRD ha logrado colocar a seis jefes de gobierno del Distrito Federal de forma consecutiva.
Desde su fundación, el PRD ha gobernado 14 estados: Distrito Federal, Zacatecas, Tlaxcala, Baja California Sur, Nayarit, Chiapas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Puebla, Morelos, Tabasco y Baja California.
Su mejor momento en el Poder Legislativo fue en 2006 cuando logró tener 127 diputados y 26 senadores.
Uno de los momentos más exitosos del PRD, en términos electorales, fue producto de su alianza con el PAN en 2010. Cuauhtémoc Cárdenas siempre se opuso a las coaliciones con el blanquiazul, aunque para la dirigencia del sol azteca resultaron redituables, pues gracias a ellas gobiernan Guerrero, Morelos, Distrito Federal y alcanzaron posiciones de poder en Baja California Sur, Sinaloa, Puebla y Oaxaca.
La renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas llega en momentos en que el PRD enfrenta su mayor crisis por la postulación de candidatos ligados al narcotráfico y se cimbra porque José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda eran militantes del partido y operadores del narcotráfico.
En su misiva de renuncia, el ingeniero anuncia que continuará “activo en las causas con las que tengo compromiso y sé que en sus distintos procesos y desarrollos nos seguiremos encontrando y empujando en el mismo sentido”.
Antes de alianzas, partido debe fortalecerse: Aureoles
El líder del PRD en San Lázaro, Silvano Aureoles, llamó a todos los perredistas a fortalecer primero al partido y su imagen antes de hacer alguna alianza con miras a las próximas elecciones.
Tras los anuncios del PAN y PRD sobre la intención de formar alianzas en diversas partes del país para las elecciones de 2015, Aureoles Conejo señaló que “yo no soy muy partidario de que el PRD vaya ahorita a construir alianzas cuando lo que requerimos es fortalecer nuestra imagen y nuestra identidad, recuperar parte de lo dañado, y más bien irnos a esa tarea en lugar de estar haciendo alianzas con el PAN”.
Sobre las alianzas, el diputado por Michoacán señaló que eso lo definen los órganos del partido, “tengo conocimiento de que en algunos estados de la República, o en algún estado en particular hasta ahora, el PAN y el PRD han avanzado o han buscado construir algún acuerdo de alianza”.
Reiteró que aunque lo acuerden los comités en los estados, lo tendrá que definir el Consejo Nacional, de tal manera que es esta instancia la que tomará la decisión final. Es decir, aún en aquellos estados donde ya hubieran acordado una coalición, el que tiene la última palabra es el Consejo Nacional.
“De manera particular, yo creo que los dirigentes del PRD en los estados debieran de esperarse y no adelantar acuerdos con el PAN hasta que no haya una definición del partido en el ámbito nacional”, advirtió Aureoles Conejo, por lo que pidió a los dirigentes estatales esperarse a que el CEN de su aval, antes de anunciar una coalición.