VIENA. Los 12 socios de la OPEP comenzaron hoy en Viena una reunión ministerial en la que debatirán sobre la conveniencia de cortar o no su producción para intentar detener la caída de los precios.
Esta cita, una de las más importantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de los últimos años está marcada por un precio del crudo inferior a los 80 dólares, el más bajo de los últimos cuatro años.
Antes de comenzar el encuentro, el ministro de Exteriores de Venezuela, Rafael Ramírez, aseguró que el precio ideal para su país es de 100 dólares por barril y que para llegar a ese objetivo es preciso “eliminar la sobreproducción“.
El ministro estimó ese exceso de crudo en unos 2 millones de barriles de crudo al día (mbd).
Ramírez, hasta hace poco responsable de la cartera de Petróleo y de la empresa estatal PDVSA, aseguró que estaría dispuesto a apoyar un recorte de 1,5 mbd, un 5 % de la actual producción conjunta de 30 millones.
Pero recordó que los otros países productores competidores de la OPEP “también tendrán que arrimar el hombro” si se aplica una política de recortes.
El representante ecuatoriano, Pedro Merizalde-Pavón, se refirió a la necesidad de tomar medidas para detener la caída del precio.
“Por cada dólar que baja el precio nos afecta a las economías de todos. Tenemos alcanzar un balance para que sea beneficioso para productores y consumidores”, declaró a EFE el ministro.
Merizalde-Pavón indicó que es posible llegar a un consenso entre las distintas posturas de los socios y advirtió de que la caída de los precios puede acabar afectado a la inversión.
“La producción es rentable pero por cada dólar que usted baja deja de tener ingresos. El mercado dará el precio final. Habrá algunos campos (de extracción) que, con determinados precios, no serán rentables”, señaló.
El ministro ecuatoriano se refirió en concreto a los pozos de petróleo de esquisto, gracias a cuya explotación Estados Unidos se han convertido en el mayor productor de crudo.
“El “shale gas” determinará el piso (del precio). Depende de cuanto les cueste a ellos. Ese es el limite. Si bajan de 70-80 (dólares) esas producciones tienen que desaparecer, porque nadie esta para perder”, dijo Merizalde-Pavón.
Frente a la postura de recortar la producción, Arabia Saudí se ha mostrado en los últimos días escéptico sobre la necesidad de aplicar ese recorte.
Su ministro de Petróleo, Ali Al Naimi, aseguró ayer que el mercado acabará estabilizándose “por sí mismo”.
Al Naimi fue el único ministro que no quiso hoy hacer declaraciones a la prensa sobre la posible decisión que se vaya a tomar.
Sobre las diferencias de criterio entre los 12 miembros de la OPEP y el riesgo de que esa situación afecte a la influencia del grupo en el mercado, Ramírez aseguró “no está tan mal, podría ser peor”.
“La OPEP ha tenido momentos más difíciles. Ha tenido momentos de guerra entre dos de sus miembros. No estamos en un momento así”, dijo Ramírez.
Por su parte, la ministra de Petróleo de Nigeria, Diezani Alison-Madueke, reconoció que la OPEP tiene que trabajar más unida: “Creo que tendremos que trabajar muy duro como grupo para asegurar que somos capaces de mantener esa influencia” en el mercado, declaró a preguntas de EFE. DM
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