Entre los rércords y numeralias en la carrera de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, se encuentra la puesta en escena 11 y 12, reconocida como la obra con mayor permanencia en cartelera en el teatro mexicano. Con esta obra recorrió teatros en 31 ciudades de Iberoamérica y se presentó ante unos 28 mil espectadores.
11 y 12 narra la historia de Eloy Madrazo (Gómez Bolaños), un humilde chofer de trailer, padre de ocho hijos y de apariencia similar al Chómpiras, de Los Caquitos. Cabe decir el personaje favorito de Roberto según reconoció en diversas ocasiones.
El elenco original lo integraron Roberto Gómez Bolaños, Florinda Meza, Arturo García Tenorio, Mario Casillas y Juan Antonio Edwards, quien desempeñó el papel que originalmente haría Garcés.
La obra se estrenó el 9 de abril de 1992 en el Teatro Libanés de la ciudad de México. Un espacio con un aforo de 406 personas. Hasta 1999, estuvo en cartelera siete años ininterrumpidos, año en que los empresarios del teatro le solicitaron el inmueble para dar cabida a la obra Honor, que reunía a Marga López, Éric del Castillo y Nailea Norvind, bajo la producción de Rubén Lara.
En 2000 tuvo una breve temporada con una gira internacional y fue en junio de 2007 que volvió al Libanés, ahora con Florinda Meza, Édgar Vivar, Rubén Aguirre, Óscar Bonfiglio, Juan Antonio Edwards y Érika Blenhe
Fue en la década de los 60, que Chespirito escribió 11 y 12, la cual pensó en origen para que la interpretara el galán de la época, Mauricio Garcés, en el personaje de Fernando. Esto jamás se pudo consolidar por compromisos laborales del escritor que lo obligaron dejar guardado este sueño.
Sin embargo décadas después fue por motivación de su esposa Florinda Meza que pulió el guión y decidió llevarla a escena.
En la trama Eloy atropella accidentalmente a Cristóbal (García Tenorio / Óscar Bonfiglio) dejándolo estéril por lo que no podrá procrear al hijo que anhelaba junto a su esposa Cristina (Florinda Meza). Situación que presenta al chofer la oportunidad de vender sus órganos sexuales para así compensar el daño que hizo a la pareja.
A partir de ello, las situaciones cómicas, malos entendidos y juegos de palabras con los números 11 y 12 arrancaron por años las carcajadas del público.
En su trayectoria, el histrión escribió seis obras de teatro de las cuales solo tres se montaron en escena. La mencionada 11 y 12, el musical El Títere, y la también comedia Silencio, Cámara, Acción.
Silencio, Recámara, Acción, fue su primer título que incomodó a la industria, la cual debido a la censura que aún prevalecia en la sociedad mexicana de 1964, lo obligó a llevarla a la marquesina bajo el nombre de Silencio, Cámara, Acción, en la cual compartió créditos con Alejandro Suárez.
Aunque no fue un éxito taquillero, por esta puesta Chespirito rentó el teatro Sullivan empeñando ahorros, aunque sólo se ofrecieron 100 representaciones.
El musical Títere, adaptación de Pinocho, fue su segundo experimento teatral en la cual Agotó por meses las mil 400 butacas de Los Televiteatros. Sin embargo no pudo retornar tras salir de gira por el país. Pues tras el terremoto que sacudió al Distrito Federal, en septiembre de 1985, los teatros se cayeron.
El inicio de la carrera del actor fue El Tenorio de los locutores, una especie de mesa de debate con Paco Malgesto, que literalmente lo aventó al escenario cuando estaba cerca de los 40 años.
Sin formación teatral universitaria, hizo su primera aparición sin ensayar y en sustitución de un actor que no se presentó.
Sin embargo, al paso del tiempo a Roberto Gómez Bolaños se le reconoce como creador de una forma de trabajar en las tablas: Creer en el humor.
Al mes y medio del estreno, el director, productor y escritor pensó en cerrar la temporada ante la baja asistencia, sin embargo era cuestión de tiempo.La recomendación boca a boca giró la tendencia.
Si bien resistió dar funciones con entre 10 y 15 personas de público, la persistencia los llevó a tener lleno absoluto durante más de 150 funciones seguidas.