Un grupo de científicos de la Universidad de Pekín descubrió que existe una relación entre una serie de variantes genéticas y la capacidad de las personas para establecer relaciones amorosas.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Natura Scientific Reports, los resultados de dicho documento demuestran por primera vez la influencia de los genes en la formación de relaciones afectivas con otras personas.
Los científicos señalaron que el comportamiento social del amor está asociado a los niveles de serotonina en el cerebro, los cuales están vinculados con el polimorfismo del gen 5-HT1A, que controla dicha sustancia.
La serotonina está relacionada con el hecho de estar o no en una relación amorosa.
Este gen tiene dos variantes: C y G. Los resultados obtenidos han revelado que las personas con genotipo CC producen unos niveles más altos de serotonina en comparación con las personas con genotipo CG y GG.
Es decir, las personas con los niveles más altos de dicha sustancia pueden entablar más fácilmente relaciones afectivas con otras personas.
“Los individuos portadores del alelo G (CG / GG) del polimorfismo C-1019G tenían más probabilidades de ser solteros que los portadores de CC. Esto es consistente con el hallazgo de que los portadores del alelo G se sienten menos cómodos en relaciones estrechas con otros”, se lee en el estudio.
De hecho, los portadores del alelo G son más propensos a desarrollar personalidades neuróticas y trastornos psiquiátricos como depresión, así como desórdenes de personalidad.
Dado que el alelo G se asocia con mayores expresiones de receptors13 5-HT1A, la presente hallazgo también es consistente con los estudios en animales muestran que el agonista del receptor 5-HT1A inhibe comportamientos sociales orientados a las relaciones afectivas.
Para poder llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron pruebas a 500 estudiantes chinos, algunos solteros y otros con pareja; para estudiar las situaciones del gen 5-HT1A y su situación amorosa.
Los científicos descubrieron que el 50.4% de los estudiantes con genotipo CC estaban en una relación amorosa, mientras que para los solteros con genotipo CG/GG esta cifra solo alcanzaba el 39.0%.
Con lo anterior, corroboraron que los genes sí influyen para poder entablar una relación sentimental con otra persona.
Sin embargo, los investigadores señalaron que la variante genética se corresponde solo con un 1% de las causas que determinan si algunas personas tendrán más éxito en las relaciones que otras. El estatus socioeconómico, así como la apariencia externa y las cualidades personales son otros componentes importantes en la formación de una relación exitosa.
MG