Ren Zhengfei, el fundador de Huawei y por lo mismo uno de los empresarios más poderosos del mundo, estuvo en México la semana pasada. Acompañó a Zhang Dejiang, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, uno de los políticos de más alto nivel de Asia, en su recorrido por Los Pinos, reuniones con senadores, diputados y hombres de negocios de este país.
Los medios no registraron el arribo del líder de una de las principales empresas de tecnología del planeta. Ren Zhengfei rara vez ofrece entrevistas y rara vez viene a México. Fue una visita excepcional que no debía ser ignorada por los involucrados en la cancelación del contrato del tren de alta velocidad que uniría la Ciudad de México con Querétaro.
En su reunión con Zhang Dejiang, el presidente Enrique Peña Nieto manifestó la importancia de que la relación entre ambas naciones se base en la mutua confianza. Pero precisamente confianza es lo que ya no hay. Los empresarios chinos están desconcertados con el revés que sufrió China Railway Construction Corporation y no saben qué esperar del gobierno mexicano.
Hablamos de la cancelación de la construcción del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, una obra valuada en 50 mil 820 millones de pesos que primero fue entregada a la firma y luego arrebatada sin más explicación que dudas e inquietudes en la opinión pública ante el escándalo de la Casa Blanca del Presidente y su esposa Angélica Rivera. Todo esto a raíz de una investigación de Aristegui Noticias que da cuenta de que la residencia de Sierra Gorda 150 en las Lomas de Chapultepec estaba escriturada a nombre de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, que a su vez pertenece a Juan Armando Hinojosa Cantú, principal accionista de Grupo Higa, empresa que a su vez está relacionada con el grupo que ganó el concurso para construir el tren. Un enredo que huele a conflicto de interés y que se ha minimizado en este país.
A los empresarios chinos no les importa la relación que mantiene Armando Hinojosa Cantú con el Presidente y su esposa, lo que les importa es que les hicieron promesas de negocios y de pronto les dieron un portazo en las narices. Los invitaron a hacer negocios en este país y de golpe les dijeron que siempre no.
Zhang Dejiang, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, pidió del gobierno mexicano garantías de legalidad para que sus inversionistas fortalezcan su participación en nuestro país, de acuerdo con una nota de Estéfana Murillo. La reportera de 24 HORAS destaca que el político asiático dice que se deben proteger mejor los derechos legítimos de sus inversionistas. Un reproche de grandes proporciones tomando en cuenta el personaje y el hombre que estaba a su lado ratificando sus palabras y asintiendo sus reclamos.
Ren Zhengfei y Zhang Dejiang hablaron con el Presidente de México, con diputados, senadores y hombres de negocios. El reclamo fue directo, pero no quisieron hacerlo público ni un escándalo.
Están todavía con una actitud de paz y respeto, que no de confianza. El político regresó inmediatamente a China a hablar de sus encuentros con los altos mandos y analizar qué es lo que harán a continuación. El empresario aprovechó para irse a Cancún, a jugar golf y disfrutar de las playas. Ren Zhengfei es un hombre muy admirado y respetado en Asia, tiene más de mil 100 millones de dólares en el banco, más de 70 años y grandes inversiones en México. Esto último es lo que quisieron dejar en claro durante su recorrido por el Distrito Federal.