Es común que cuando los actores son atractivos busquen ocultar su belleza para demostrar que son buenos actores, y así lo han hecho varios, entre ellos Brad Pitt. Sucede que les fastidia que les digan que son bellos y pareciera que nadie se fija en su forma de actuar, hasta que se disfrazan de feos o hacen personajes extremos para que los volteen a ver como actores de verdad.
En este caso se encuentra Kristen Stewart, quien ya no quiere ser la bella de la película, según comentó en el Festival de Cine de Nueva York. Y aunque no lo dijera es obvio, pues el look que ha adoptado, con corte de pelo de niño es notorio. Ahora viste con camisas blancas, pantalones y botines que le dan un aire intelectual y poco elegante. La actriz dice que sus prioridades han cambiado a la hora de elegir sus personajes, quiere dejar atrás a la actriz de la saga Twilight y busca ser reconocida por proyectos independientes, que sean más profundos.
Claro que este tipo de decisiones se pueden tomar cuando tienes asegurado tu futuro y el dinero deja de ser una prioridad, ya que las películas comerciales le han dado a ganar alrededor de 25 millones de dólares y la han colocado como una de las actrices mejor pagadas, ya que recibe 12 millones de dólares por película.
Kristen ahora ha aceptado cintas de bajo presupuesto como Clouds of Sils Maria (Las nubes de María), del director Olivier Assayas, que sólo costó 6 millones de dólares.
La actriz dijo: “Yo quería interpretar algo que me permitiera observar más y no mostrarlo todo, y es algo que sólo puedes encontrar en un cine con la perspectiva de un director europeo”.
Se sabe que ha tenido que rechazar personajes: “En un inicio recibí la propuesta para hacer otro personaje, pero sabía que no estaba interesada en eso. Había algo en el papel que me parecía demasiado familiar y que era complicado ver con más dimensiones de las que te muestra lo que hace el personaje, su perspectiva es muy reducida”.
Kristen quiere contar historias más interesantes y que aporten más a la gente y a su carrera, no puras historias superficiales que, aunque venden más, la acabaron aburriendo.
En 2015 se estrena la película Still Alice, al lado de Julianne Moore y American Ultra, del director inglés Nima Nouriza, el tipo de cine que busca hacer. Sin duda, logrará abrirse camino con historias diferentes, pero tampoco es necesario que se transforme en Bety la fea para que la volteen a ver, porque pareciera más un problema de identidad que de cuestiones actorales.
Hay más… pero hasta ahí les cuento.