OAXACA, Oax.- 1.- Las marchas y protestas en las calles permiten encontrar una paradoja en la caracterización del Estado fallido: a pesar de la violencia de la protesta social, las estructuras institucionales mantienen en funcionamiento al Estado cuando las organizaciones radicales rompen con la estabilidad.

 

2.- Por tanto, el Estado es fallido cuando no puede ya encarar con fuerza, poder y autoridad las protestas al margen de los canales institucionales, pero el Estado institucional mexicano cuenta todavía con los instrumentos suficientes para impedir y aislar la violencia radical.

 

3.- Ayer lunes, los maestros de la Sección 22 de Oaxaca cerraron carreteras, sellaron la entrada al aeropuerto internacional e impidieron el funcionamiento de empresas comerciales privadas. Sus exigencias fueron dos: que el Estado “aparezca” a los 43 estudiantes normalistas que fueron secuestrados y desaparecidos por órdenes del alcalde perredista José Luis Abarca y su esposa como precandidata perredista y consejera perredista y que el congreso local apruebe la ley de educación presentada por el gobernador Gabino Cué Monteagudo y que es contraria al artículo 3º.

 

Gabino_Cue1

 

4.- Las acciones violentas, autoritarias y provocadoras de los maestros se realizaron con la pasividad de las fuerzas estatales y municipales de seguridad; las razones fueron dos: los maestros superan en número a los policías y el gobierno estatal fue electo por la 22 y por lo tanto el gobernador es el intendente de la administración estatal que debe servir a los maestros de la 22.

 

5.- El Estado fallido es aquel que carece de las tres condiciones señaladas por Alesandro Paserin d´Entreves: fuerza, poder y autoridad. Por tanto, el Estado fallido no es el Estado institucional que sigue funcionando aún en situaciones de violencia rebelde -diciembre 1 de 2012 o 20 de noviembre de 2014- o en su lucha contra el crimen organizado. Cualquier marcha, cuando lo decide el Estado, es controlada-encapsulada. Así que fallido todavía no es el Estado mexicano.

 

6.- El Estado fallido en México es el Estado anarquista que le da carta blanca a los grupos violentos en las calles como minoría y le ata las manos a la autoridad del Estado institucional. El Estado fallido es el que no respeta las reglas y desde su minoría se quiere imponer sobre las mayorías por la fuerza de la violencia política.

 

7.- Un Estado fallido típico es el de Oaxaca; y a través de redes políticas y sociales se quiere replicar como modelo a nivel nacional: un gobernador que administra el poder a favor de los grupos minoritarios de la Sección 22, contra los intereses sociales de las mayorías que lo eligieron en el 2010. La 22 y grupos afines quieren a nivel nacional un presidente de la República réplica del gobernador de Oaxaca.

 

8.- Pero lo fallido del Estado fallido radica en el hecho de que la relación política o de confrontación entre el Estado institucional y las organizaciones sociales anarquistas ha entrado a una especie de entendimiento forzado por las circunstancias. El modelo sería el de la relación sadomasoquista entre grupos rebeldes y el Estado; los primeros le ruegan al Estado que los reprima para catapultar el dolor de la represión como legitimidad política, pero el Estado les responde, con masoquismo, que no.