En Chilapa de Álvarez, el municipio del centro de Guerrero donde 16 personas fueron asesinadas y decapitadas la semana pasada, opera desde hace cinco meses el esquema de Mando Único Policial, y la seguridad ya estaba a cargo de fuerzas estatales y de medio millar de militares, bajo la coordinación de un capitán el Ejército.
Fue otra serie de asesinatos, 14 también en 48 horas, lo que hace cinco meses motivó una reunión de emergencia del llamado Grupo de Coordinación Guerrero, en la que el alcalde de Chilapa, Francisco García González, alertó a mandos de las fuerzas armadas, de la Policía Federal, de la PGR y del entonces gobernador Ángel Aguirre, que la situación estaba desbordada.
El motivo de la violencia, señaló el alcalde, era la violenta disputa de dos grupos armados, Los Rojos y Los Ardillos, con un poder armado que superaba por mucho al de las fuerzas municipales. Incluso, la presidencia municipal tuvo que recomendar a los habitantes que se resguardaran en sus casas en una especie de “toque de queda” voluntario.
“No podemos hacer nada en contra de tal amenaza delictiva”, comentó entonces el alcalde. El 22 de julio el Cabildo aprobó de forma unánime la entrada en funcionamiento del Mando Único.
En la misma sesión del cabildo se autorizó el nombramiento del Capitán retirado del Ejército mexicano Job Encarnación Cuenca como nuevo secretario de Seguridad Pública del municipio. En semanas siguientes 50 policías estatales y un centenar de soldados llegaron a la localidad para coordinar la vigilancia junto con la policía local.
En agosto el esquema pareció tener un efecto positivo, pues sólo se presentaron dos denuncias por homicidio, pero en septiembre los asesinatos volvieron a dispararse a 11 casos. En octubre, se presentó el secuestro de una regidora del PRD lo que motivó un nuevo llamado de auxilio.
Aunque el alcalde pidió a la Gendarmería, la respuesta fue el envío de más soldados, llegando a conformar una fuerza de casi 500 efectivos.
En ese contexto la semana pasada, fueron abandonados 11 cadáveres decapitados y calcinados en plena calle, mientras que otras cinco personas fueron secuestradas por sujetos armados. Los cadáveres de dos de los plagiados, que eran comerciantes, aparecieron con otros tres que faltan por ser identificados.
Centenar de homicidios
De acuerdo con cifras oficiales del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a octubre de este año se abrieron 85 averiguaciones previas por homicidios ocurridos en Chilapa, sin que se conozca el número preciso de víctimas.
Si a esto se suman los homicidios ocurridos en la última semana, en Chilapa ya son cerca de un centenar de personas que han perdido la vida.
Zona estratégica
De acuerdo con investigaciones de la PGR, Chilapa es zona de influencia de células delictivas que en su momento estuvieron aliadas a los Beltrán Leyva y que ubican a la zona como una plaza importante entró el centro y la montaña de Guerrero.
Se trata de una posición estrategia sobre todo por su territorio, que conecta a la zona de la Montaña, sitio tradicional de sembradíos de droga y de laboratorios clandestinos, con la zona centro de Guerrero y por ende con las vías que comunican al centro del país.
Comments are closed.