JERUSALÉN. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó el cese de los ministros de Finanzas, Yair Lapid, y de Justicia, Tzipi Livni, por su “oposición” a la política del Gobierno.

 

“En las últimas semanas, sobre todo en la última jornada, los ministros Lapid y Livni han atacado duramente el gobierno que dirijo. No toleraré más oposición dentro de mi gobierno, ni a ministros que atacan la política del gobierno ni a quien lo dirige”, argumentó Netanyahu al ordenar al secretario del Ejecutivo que expida las cartas de cese.

 

Netanyahu pedirá al Parlamento que apruebe su disolución y la convocatoria de elecciones anticipadas “lo antes posible”, en una decisión que pone fin a la grave crisis de gobierno que aqueja al país desde hace unos meses.

 

El cese supone el final de facto de la coalición que gobierna Israel desde principios de 2013, ya que el Gobierno perderá la mayoría de 68 diputados que tenía en el Parlamento.

 

 

Populismo ultra

 

JERUSALÉN. El líder del partido israelí de centro Yesh Atid, Yair Lapid, acusó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de ceder ante los ultraortodoxos en su decisión de cesarlo como ministro de Finanzas y, con ello, arrastrar al país a unas elecciones innecesarias.

 

“Netanyahu ha fracasado en la dirección del país (…) Lamentamos que no haya tenido en cuenta el interés nacional y conduzca al país a unas elecciones innecesarias que perjudicarán a la economía nacional”, dijo Lapid en un comunicado enviado a los medios tras destitución.

 

De acuerdo con el dirigente israelí, el primer ministro se ha guiado “por estrechos intereses políticos y se ha rendido a los partidos ultraortodoxos, el poderoso Comité Central del Likud y distintos lobbies externos”.

 

La destitución de Lapid junto con la de la ministra de Justicia es interpretada como un guiño a los partidos ultraortodoxos, con los que el primer ministro piensa en formar coalición.