Toda muerte es circunstancial, y en los videojuegos produce placer.
La mediatización de la muerte ha ayudado a asimilar la probabilidad de un final adelantado. “Se anuncia en TV”, podría ser la leyenda que salte a la mente de la pobre víctima un segundo antes del acto fatal con la intención de provocarle la última sonrisa. En efecto, la muerte ya la hemos vivido gracias al patrocinio de Hollywood o del califato promovido por el Estado Islámico. Está en Netflix por 85 pesos al mes.
Sabemos que en Siria han muerto 200 mil personas en los últimos tres años y que en México los descabezados forman parte de la industria del narcotráfico, o no.
El pasado viernes no fue un día cualquiera en Estados Unidos. Se trató del ya famoso black friday, el día más feliz para hacer las compras. Santa Claus está listo para repartir pistolas durante la madrugada del 25 de diciembre. Así lo revelan las cifras. Adiós al éxito del iPhone en tiempos de Jobs; adiós a las pantallas planas en tiempos dorados de Sony. La industria smart se vio ridiculizada por la industria de la idiotez, es decir, la de las armas. Los estadunidenses compraron 175 mil armas en un día. Se rompió el récord, dirían los geeks pensando en redes sociales. El año pasado la venta no superó a las 150 armas.
El viernes pasado, el departamento de permisos del FBI recibió dos solicitudes por segundo, desde la madrugada hasta las 11 de la mañana, después, hasta tres por segundo. Me imagino que el área de telemarketing del FBI contrató cuadrillas especiales 24/24 horas. La ley es clara. El FBI tiene tres días para despachar permisos, de lo contario, le transfiere al vendedor el criterio para expedir el permiso al comprador.
En Washington, la tienda Cabela’s ofreció premios a los primeros compradores. Si en España Desigual regala prendas a las clientas que acudan desnudas durante el lanzamiento de la temporada primaveral, Cabela’s regaló municiones, pólvora y balas de alto calibre a aquellos clientes que desde las cinco de la mañana se encontraban haciendo cola. Alguno de los afortunados se llevó un rifle Browning en tan sólo 529 dólares (siete mil 400 pesos).
Sabemos que Wal-Mart consiente más a sus clientes que a sus empleados: 20% de descuento en el Gran Fin. Sí, no sólo durante el black friday, también el sábado y domingo todo el departamento de armas al 20% de descuento, incluidas por supuesto, las prestigiosas marcas Colt y Mossberg. La cifra superó a la de lácteos y cárnicos que solo ofrecían 12% de rebajas.
Las compras en black friday siempre son estratégicas. Los integrantes de las familias googlean el mapa de la tienda Wal-Mart con horas de anticipación para detectar el lay out y los precios de los productos. Los niños pueden llegar a influir en el modelo de arma elegido. Al parecer, las smart wapons cuentan con radar de drones. No vaya a ser que vacacionando en Islamabad un dron teledirigido desde Nevada nos apunte con su estética figura.
En Estados Unidos, la Biblia y la Constitución permanecen en la lista de los 10 mainstream del siglo en curso.Ambos incentivan el libre albedrío, así que lo mejor es protegerse del otro. Nueve de cada 10 ciudadanos dispone de armas y son éstas las que representan la principal causa de muerte. Cada 16 minutos alguien cae abatido por un arma.
Santa Claus necesitará ayuda para cargar pistolas la próxima Navidad. La culpa es del black friday. Caray.