BRUSELAS. Rusia es un “problema estratégico” para la Unión Europea, afirmó hoy aquí el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, al valorar la decisión de Moscú de cancelar la construcción conjunta del gasoducto South Stream.
“Rusia es un problema estratégico, y espero que mañana sea un socio estratégico”, dijo luego de reunirse con el primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov, cuyo país será el más perjudicado por el fin del proyecto.
South Stream ha sido concebido para transportar gas natural ruso a países europeos a través del mar Negro, eliminando la necesidad de pasar por Ucrania.
El presidente del Ejecutivo europeo aseguró que Bruselas tratará de asegurar las interconexiones energéticas de otras maneras, con la ayuda del plan de inversiones por 300 mil millones de euros elaborado por sus servicios.
“Queremos que la energía fluya hacia Bulgaria y la Unión Europea (UE), y no aceptaremos chantajes con la energía”, aseveró.
Bulgaria no es el único país perjudicado por Moscú con la suspensión del proyecto.
También participan de South Stream Hungría, Grecia, Croacia, Eslovenia, Austria y Serbia.
MG