WASHINGTON. Las nuevas directrices que lanzará en los próximos días el gobierno de Estados Unidos para evitar la discriminación racial por parte de las fuerzas de seguridad no se aplicarán a los agentes de inmigración que vigilan la entrada de personas en los aeropuertos y fronteras, según informan hoy medios estadounidenses.

 

Los agentes del Departamento de Seguridad Nacional que vigilan la frontera de EU con México y la entrada de pasajeros en los aeropuertos del país podrán seguir deteniendo a personas basándose en su raza o su etnia, según altos funcionarios estadounidenses citados hoy por los diarios Washington Post y The New York Times.

 

El fiscal general de EU, Eric Holder, tiene previsto anunciar la próxima semana nuevas directrices sobre discriminación racial, en un momento de protestas en todo el país por las decisiones de dos jurados de investigación de no imputar a agentes blancos por la muerte de hombres negros en Nueva York y Ferguson (Misuri).

 

Las nuevas normas prohibirán por primera vez la discriminación racial en casos de seguridad nacional e impedirán a los agentes de seguridad considerar factores como la raza, el origen nacional o la religión de un sujeto cuando abran casos, según los funcionarios citados por los dos rotativos.

 

No obstante, y pese a que Holder consideraba que las reglas también debían aplicarse a los agentes de inmigración, el Departamento de Seguridad Nacional logró imponer su argumento de que no sería práctico ignorar esos factores cuando se examina a gente en las fronteras o los aeropuertos.

 

“Los investigadores de inmigración dijeron: ‘No podemos hacer nuestro trabajo sin tomar en cuenta la etnia. Dependemos mucho de eso’. Quieren tener las menores restricciones posibles al respecto”, dijo un funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, al The New York Times.

 

La excepción en el uso de las directrices se aplicará a parte del Departamento de Seguridad Nacional, incluida la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, en inglés) y parte de la agencia de Protección de Fronteras y Aduanas (CBP, en inglés), según el Post.

 

El secretario de Seguridad Nacional estadunidense, Jeh Johnson, se implicó personalmente en la campaña para eximir a esas agencias en varias reuniones de alto nivel, afirma el diario de Washington.

 

“La gran mayoría de la gente con la que lidiamos son hispanos”, señaló a ese periódico un funcionario de inmigración. “¿Es eso discriminación racial o simplemente el hecho de que mucha de la gente que llega al país es hispana?”, agregó.

 

El debate sobre si incluir o no a los agentes de inmigración retrasó la divulgación de las normas, en las que el Departamento de Justicia ha trabajado durante cinco años.

 

En 2003, el entonces presidente George W. Bush prohibió la discriminación racial, pero ese veto no se aplicaba a las investigaciones de seguridad nacional y solo se basaba en el factor de la raza.

 

Las nuevas normas prohíben además discriminar basándose en la religión, el origen nacional o la orientación sexual del sujeto y serán obligatorias para las agencias del Departamento de Justicia, además de servir como orientación para las agencias de Policía local.

 

De acuerdo con el Post, las reglas tampoco se aplicarán a una práctica del Buró Federal de Investigaciones (FBI) conocida como “mapeo”, que consiste en designar a un barrio como sujeto a posibles investigaciones en función de los datos demográficos sobre grupos étnicos particulares en el mismo. DE