Sin mayores complicaciones, el América jugó 45 minutos y el resto se dedicó a conservar la ventaja.
En tanto, el Monterrey solo tuvo chispazos con casualidades pero no pudo remontar la pesada losa de tres goles.
Con esto, el equipo de Coapa llega a su tercera final en cuatro torneos. La serie por el título iniciará el próximo jueves en el Volcán cuando los Tigres reciban a las Águilas y se cierra el siguiente domingo en el Azteca.
Fue un partido rocoso la mayor parte del tiempo, sin jugadas de peligro real en las áreas, en las bandas no había profundidad y la media cancha se convirtió en un cmapo de batalla donde las patadas abundaron.
Para cuando el reloj llegó a los 75 minutos, el marcador se mantenía 0-0 con los tres de ventaja en el global para el América, que era el que más intentaba, parecía que estaba más cerca el gol de los locales que el descuento que le diera esperanza a Monterrey.
Luego de un primer tiempo movido y con algunas llegadas de gol, para el segundo tiempo, el juego se estancó en medio campo. Pocas emociones en las áreas de América y Monterrey.
La mejor manera de manejar la ventaja es atacando, esa parece ser la premisa de Antonio Mohamed, el América parece el equipo urgido por el gol, quiere finiquitar lo antes posible el partido.
En tanto, el Monterrey de Carlos Barra tuvo dos claras, justo al inicio del primer tiempo, primero Cándido Ramírez a los ocho minutos, luego Dorlan Pabón estuvo también a punto de abrir el marcador.
La intermitencia de los Rayados los pone contra la pared, quizá sea la altura de la ciudad de México, pero algo pasa en el equipo regiomontano que no pude sostener el ritmo al ataque, y en la defensa agobiado por Miguel Layún y compañía.
Para los primeros 30 minutos el América dominaba, inclinaba la cancha a su favor, pero el Monterrey es quien tuvo las más claras, en dos ocasiones tuvo la oportunidad de abrir el marcador. OB