OAXACA. El pintor juchiteco Francisco Toledo hizo público y por escrito ante las autoridades de Oaxaca su rechazo total a la construcción del Centro de Convenciones en la zona del cerro del Fortín.

 

En una carta dirigida al gobierno de Gabino Cué, firmada junto a José Márquez del patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Oaxaca (ProOax) manifestaron que edificar una obra de este calado en el cerro del Fortín, atenta con el pequeño “pulmón” que le queda a la verde Antequera.

 

El artista plástico aclaró que no está en contra del proyecto debido a que es una obra necesaria para que la capital oaxaqueña reactive su economía, pero dijo, se opone a que se edifique en ese lugar.

 

Instalarlo en donde se tiene previsto, agregó, va a representar riesgos, además, visualmente va a generar una gran presión sobre la ciudad, tal y como sucedió con la velaria del auditorio Guelaguetza pues desde cualquier ángulo se puede ver.

 

“Es muy simple, se debe cambiar de lugar para que no se tengan problemas”.   Y agregó que este tipo de edificaciones no le van bien a una ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad.   Dijo que se ha negado a ver el proyecto ya que no puede aportar nada al mismo, y dejó en claro que en lo que pueda tratará de que la obra se cambie de lugar , aunque al fin de cuentas señaló el maestro.

 

La misiva, dirigida al Secretario de Turismo y Desarrollo Económico (Styde), José Zorrilla de San Martín Diego, cuestiona los argumentos que da la administración de Cué para construir un Centro como este en una zona de reserva ecológica.

 

“El desarrollo de los pueblos no puede estar basado en la destrucción de su medio ambiente, porqué la zona que ustedes pretenden utilizar (el Cerro del Fortín) es de los pocos espacios verdes que subsisten dentro de una mancha urbana apretada y sin control que está transformando esta capital en un lugar difícil de habitar y visitar”.

 

La justificación del gobierno emanado de la alianza PAN-PRD-PT-Convergencia asegura que esta obra “impulsará la economía turística”.

 

A lo que el documento cuestiona: “pero ¿cómo puede una ciudad ser atractiva al visitante (porque está) ahogada por el tráfico y con un paisaje contaminado por obras como las que menciona?, sabemos más bien que las ciudades que hoy lideran el ramo del turismo lo hacen porque ofrecen un medio ambiente agradable y seguro y no sólo en atractivos efímeros”.

 

Sobre la afirmación de Styde de que la obra será de “bajo impacto”, recordaron que se ubica en no sólo en una zona de reserva ecológica, sino también en un área donde el subsuelo es frágil por existir una falla geológica.

 

Acaso “¿ya se le olvidaron los deslaves que implicó la construcción del libramiento del Fortín y el impacto que eso trajo en el medio ambiente y el paisaje de la ciudad con estos hechos?”

 

El premio nacional de Ciencias y Artes recomendó mejor a “avocarse a resolver el cómo la expansión del comercio informal bloquea las calles y está afectando las actividades económicas de la ciudad, cómo enfrentar que más del 80%  de los empleos en el estado sean informales y que la entidad sea líder nacional en ese terrible aspecto”.

 

“La ciudad necesita impulsos”, agregó, “y nos oponemos a ellos siempre que estén bien razonados, pero no pueden ser al precio que sean. Al iniciar el consumo del suelo y áreas verdes en una zona protegida se abre la puerta a su destrucción paulatina y ese es el principal argumento para no avalar dicho proyecto”.

 

El artista citó semejanzas del actual gobernador con lo que hiciera su antecesor Ulises Ruiz debido a que “todo lo que se construye ahí (cerro del Fortín) tienen una presencia muy fuerte en la ciudad, como la velaría que por donde uno va lo persigue la velaría. Pese a la protesta ciudadana no pasó nada y ahora van a hacer más velarias porque ese edificio nuevo tiene ese tipo de techado”.

 

Cué informó que el Centro de Convenciones en el cerro del Fortín requerirá una inversión 590 millones de pesos, y su construcción se prevé iniciar en los primeros meses de 2015.

 

El gobernador señaló que esta obra de infraestructura busca romper la estacionalidad, así como aumentar el flujo y estadía de los visitantes, toda vez que se espera una afluencia de 26 mil 600 congresistas anuales, con una derrama de 271 millones de pesos para el sector de servicios.