Adán Cortés no es un tipo de arrepentimientos pero sí de los que sonríen todo el tiempo. Hasta el lunes, era un chavo “normal” de 21 años al que le gusta la fiesta, viajar, que estudia Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Desde ayer, se convirtió en leyenda.
Su nombre completo es Adán Cortés Salas y de él sabemos lo que dicen sus redes sociales: que es un joven “bonito”, de cuerpo atlético y muchos amigos, que le gusta fiestar, nadar, hacer ejercicio y no tiene arrepentimientos.
“Nunca me arrepiento de nada, nunca me quedo con ganas de nada, siempre aprendo de todo y de todos. Sonriendo, arriba y adelante”, señala en su perfil de Twitter @adan_cortes_.
Otros días, antes, Adán era un chavo que se mostraba divertido y sonriente en sus fotos de Twitter. Unas veces presumiendo una fiesta, señalando una montaña rusa de proporciones monstruosas y otras confesándose un romántico que le habla a la chica de sus sueños para cantarle por teléfono canciones de amor.
Luego ocurrió la tragedia de Iguala y Adán ya no se sentía el mismo.
“Fueron 43 hermanos mexicanos, 43 hermanos estudiantes (…) pudimos ser cualquiera de nosotros, no podemos dejarlo pasar por alto”, señaló en su muro de Facebook.
Y ahí empezó todo.
Su cumpleaños número 21 lo celebró en una de las marchas en la Ciudad de México para protestar en las jornadas globales por Ayotzinapa y el 17 de noviembre, ya de trotamundos, se vistió de guerrero azteca y tomó una noche de sus vacaciones para protestar por los desaparecidos a quienes consideró sus “hermanos”.
Parece un joven normal pero no lo es.
El 9 de diciembre guardó muy bien su secreto y llevó su indignación a uno de los escenarios más importantes del mundo: la gala de entrega del Premio Nobel de la Paz, en la ciudad de Oslo, Noruega.
Es el joven mexicano que, indignado, acreditado como periodista y con una “expansión” en el lóbulo derecho -la moda en modificaciones corporales- se acercó a la premio Nobel más joven de la historia, Malala Youstafani, para decirle “Please, Malala, México!”, mientras agitaba frente a ella una bandera nacional pintada de rojo, como con sangre.
La niña, apenas unos años más joven que él, lo miraba sonriendo, entre sorprendida y encantada.
“Él me llamo ayer y sabía que iba a manifestarse durante la ceremonia del Premio Nobel de la Paz para exigir paz para México y que las autoridades se hagan responsables de la desaparición y posible homicidio de los estudiantes de Ayotzinapa”, dijo Austin Cortés, su hermano gemelo a The Associated Press.
Irrumpe con bandera de México
La entrega del Nobel de la Paz a la joven paquistaní Malala Youstafani y al activista indio Kailash Satyarthi se realizó en el City Hall del ayuntamiento de Oslo, Noruega, este miércoles, por su defensa de los derechos de los niños.
La interrupción se dio luego de que los premiados recogieron su medalla y diploma, aunque el joven identificado como Adán Cortés Salas, de 21 años, fue retirado de forma inmediata por los servicios de seguridad.
De acuerdo con el canal noruego TV2, el presunto activista se acercó directamente a Malala y le dijo que no se olvidara de México.
“Hemos tenido un incidente no deseado en relación con la entrega del premio, protagonizado por una persona que está bajo nuestra custodia. La situación está controlada y la policía está comprobando ahora las circunstancias relativas al caso”, consta en un breve comunicado de las autoridades noruegas.
Es mexicano, confirma cancillería
La cancillería mexicana por su parte confirmó que el joven es un ciudadano mexicano el cual fue detenido por la policía de Oslo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) precisó que la embajada de México en Noruega le notificó sobre la detención y agregó que estará pendiente de la situación del connacional para brindarle la asistencia que requiera.
El mexicano además solicitó asilo político a Noruega tras los hechos, reveló la policía del país escandinavo.
Revelan identidad del joven que pide justicia por Ayotzinapa
Adán Cortés es estudiante y su protesta fue por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hace más de dos meses en Iguala, Guerrero, de acuerdo con declaraciones de su hermano gemelo Austin Cortés Salas.
“Él me llamo ayer y sabía que iba a manifestarse durante la ceremonia del Premio Nobel de la Paz para exigir paz para México y que las autoridades se hagan responsables de la desaparición y posible homicidio de los estudiantes de Ayotzinapa”, dijo Cortés a The Associated Press.
Ni las autoridades mexicanas ni las noruegas habían identificado al joven por privacidad, sin embargo su hermano reveló la identidad.
La policía de Noruega lo estaba interrogando para conocer los motivos de su acción..
Noruega lo retiene y le niega derecho a abogado
El joven mexicano tras haber declarado fue remitido a la Policía Nacional de Inmigración de Noruega y acusado de interferencia.
De acuerdo con el diario noruego Afteposten.no, el activista no sería liberado la noche de este miércoles y tampoco tendría derecho a un abogado. DM / NS
Comments are closed.